Este nutriente, el cual se obtiene a través de la radiación solar y de algunos alimentos, es muy importante para prevenir algunas enfermedades
La vitamina D es un nutriente esencial para una buena salud. Ayuda al cuerpo a absorber el calcio, sustancia necesaria para tener unos huesos fuertes, por lo que contribuye a prevenir la osteoporosis. también es necesaria para el correcto movimiento de los músculos y para que los nervios transmitan mensajes entre el cerebro y otras partes del cuerpo. Del mismo modo, se trata de una vitamina indispensable para que el sistema inmunitario pueda combatir las bacteria y virus que lo atacan.
- ¿Cuáles son las cantidades diarias recomendadas de vitamina D?:
La cantidad diaria de esta vitamina que debe ingerir una persona dependerá, de acuerdo con los Institutos Nacionales de Salud, de su edad. Así pues, estas son las cantidades promedio que proponen en microgramos (mcg) y unidades internacionales (UI):
- Consecuencias de un déficit de vitamina D:
Para saber si una persona recibe suficiente vitamina D habrá que realizarse un análisis de sangre. Se explica que, en adultos, una deficiencia de esta vitamina causa osteomalacia, la cual produce síntomas como dolores osteomusculares y debilidad muscular. Al mismo tiempo, puede precipitar o empeorar la osteoporosis y, en algunos casos, produce descenso de los niveles en sangre de calcio y fósforo. En el caso de los niños, la deficiencia de vitamina D causa raquitismo, una enfermedad en la que los huesos se ablandan, debilitan, deforman y causan dolor. Asimismo, se han asociado unos niveles más elevados de vitamina D en el cerebro con una mejor función cognitiva, según indican varios estudios.
- Más cantidad de vitamina D, mejor función cognitiva:
Se cree que la vitamina D es neuroprotectora, que tiene influencia sobre las enfermedades neurológicas. Así lo explica un estudio, el cual concluye que las personas con altos niveles de esta vitamina en el cerebro tienen un 33% menos de probabilidades de desarrollar demencia.
Para realizarlo, el equipo de científicos examinó el tejido cerebral de 209 participantes de un estudio a largo plazo sobre la enfermedad de Alzheimer que comenzó en 1997. En él, analizaron la función cognitiva de los participantes personas mayores sin signos de deterioro cognitivo a medida que envejecían, y estudiaron las irregularidades en su tejido cerebral tras su fallecimiento.
Así, buscaron la presencia de vitamina D en cuatro regiones del cerebro: dos asociadas con cambios producidos por la enfermedad de Alzheimer, una con formas de demencia vinculadas al flujo sanguíneo y una región sin ninguna asociación conocida con el deterioro cognitivo de la enfermedad de Alzheimer o enfermedad vascular.
Los resultados demostraron que la vitamina D estaba presente en el tejido cerebral y que unos niveles altos se relacionaban con una mejor función cognitiva. Sin embargo, los niveles de vitamina D en el cerebro no se asociaban con ninguno de los marcadores fisiológicos asociados a la enfermedad de Alzheimer, por lo que todavía no está claro cómo puede afectar exactamente esta vitamina a la función cerebral.
- Alimentos ricos en vitamina D:
La principal fuente de vitamina D es la producción en la piel tras la exposición a la radiación solar con la que se obtiene, tal como señala la SEEN, hasta el 90% de la que el cuerpo necesita. Los alimentos con aporte de esta vitamina son escasos y se encuentra, sobre todo, en los pescados grasos.
- Salmón
360 UI por 100 g
- Caballa
345 UI por 100 g
- Sardinas
245 UI por 100 g
- Hígado de res
24 UI por 100 g
- Huevos
20 UI por 100 g
También se puede obtener de alimentos fortificados. Para saber si un alimento tiene vitamina D se puede buscar en las etiquetas de los alimentos, pero normalmente se les añada a los siguientes:
- Leche
- Yogur
- Cereales