El especialista descartó daños futuros en el pulmón del menor
Hermosillo.- El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Sonora salvó la vida del niño Logan Leonardo, de un año de edad, al extraerle, en dos tiempos diferentes por medio de broncoscopías, un frijol que le impedía respirar por su propia cuenta.
El neumólogo pediatra del Hospital de Ginecopediatría (HGP) del IMSS en Hermosillo, Sergio Miranda Gallardo, destacó que gracias a un esfuerzo multidisciplinario de anestesiólogos, intensivitas y urgenciólogos, lograron identificar un frijol crudo que estaba obstruyendo el bronquio principal derecho.
“El objeto dejaba entrar aire, pero no lo dejaba salir, pero a través del broncoscopio introducimos unas pinzas especiales (canastilla) para lazar el cuerpo extraño y extraerlo”, explicó.
La broncoscopía, detalló, es un estudio que se realiza en el quirófano, bajo sedación, se introduce una cámara vía nariz o boca, se pasa por la tráquea y se llega hasta la parte final de los pulmones para revisión visual e identificar el cuerpo extraño.
Miranda Gallardo manifestó que se decidió hacer dos intervenciones para darle descanso al menor, desinflamar la vía aérea, además que el frijol se partió en dos y era arriesgado intentar su extracción en un intento.
“Garantizamos que el resto del frijol ya no ponía en riesgo la vida del paciente y lo volvimos a pasar, nos fue bastante bien y sacamos la otra parte, corroboramos que era la otra mitad del frijol y lo extrajimos con éxito, incluso el paciente salió sin necesidad de ventilación mecánica, extubado y despierto”, subrayó.
El especialista descartó daños futuros en el pulmón del menor, ya que se usó tecnología que permite mantener ventilado al paciente y solo se requerirá tiempo de recuperación por la propia intervención.
Agradecen atención
“Estoy muy agradecido con los doctores, fue muy bueno el trato que nos dieron, todo el tiempo nos tuvieron informados, al pendiente del niño, trabajaron mucho en él y lo salvaron”, expresó Leonardo Verdugo, padre del menor.
Junto a su esposa Thelma Martínez pudieron verlo después de la última intervención y observaron que todo estaba bien y salió sin aparatos, más vivo, más alegre e incluso pudo comer.
En las intervenciones apoyaron Tomás Rodríguez, médico intensivista, los anestesiólogos Marlene Jacobo y Darío Hernández y el jefe de quirófanos, Ramón Borbón.