Qatar 2022 puso el listón muy alto para la organización de la siguiente Copa del Mundo que compartirán México, Estados Unidos y Canadá.
La realización del primer Mundial en Oriente Medio dejó un muy buen sabor de boca a aficionados y medios de comunicación, por lo bien ejecutado del evento donde no se supo de problemas reales de seguridad y violencia en los casi 30 días de competición, los cuales culminaron ayer con la final conquistada por Argentina.
Si se hace un recuento de lo bien que fue llevada la justa en Doha, entonces primero nos debemos remitir a que no se reportó ningún incidente de gravedad con temas de seguridad de los cerca de 1.5 millones de aficionados que las autoridades locales estiman llegaron a la capital qatarí.
Si un aspecto debe destacarse de la última sede, es la seguridad de los aficionados, ya que no hubo un sólo hecho violento o denuncia de robo que oficialmente se haya conocido en el periodo de competencia, una asignatura que en el caso de México deberá mejorar sustancialmente, ya que los índices de violencia de la capital, donde se celebrará la apertura del Mundial, Estadio Azteca, son muy altos.