El que apunta a ser el último Mundial de Cristiano Ronaldo acabó de forma decepcionante para él en lo individual pero también para un colectivo doblegado en cuartos por la solidez defensiva de Marruecos.
La confirmación de su salida del Manchester United poco antes de arrancar el torneo, su suplencia en las eliminatorias... probablemente nada le salió al atacante como esperaba pese a que se convirtió en el primer jugador que marca en cinco Mundiales seguidos.
Más allá de ese dato, su peso específico no fue el de otras ocasiones y el protagonismo pasó a ser más coral de la mano de Bruno Fernandes, Joao Félix, Bernardo Silva o un Gonçalo Ramos que dio un golpe en la mesa con su hat-trick ante Suiza.
Ese triunfo por 6-1 ante los helvéticos en octavos se convirtió en la obra cumbre de los lusos, que fueron primeros en un grupo complicado al imponerse a Ghana (3-2) y a Uruguay (2-0) además de perder contra Corea del Sur (2-1). Marruecos, la gran revelación, les cortó el camino.