El secretario de Gobierno dijo que en la mesa de seguridad se definirá si se hace una petición institucional a Pemex, ante el riesgo de las comunidades de Oaxaca.
Frente a los eventos “recurrentes” de derrames y fugas de combustibles en la microregión norte del Istmo de Tehuantepec, Petróleos Mexicanos (Pemex) debe someter sus ductos a una verificación constante para darles certidumbre y seguridad a las comunidades, señaló en entrevista el secretario de gobierno de Oaxaca, Jesús Romero López.
La empresa petrolera, indicó, consigna que sus operaciones cumplen con los estándares nacionales e internacionales en materia de seguridad, pero no está de más que Pemex revise las condiciones físicas de sus ductos que pasan en decenas de comunidades indígenas desde los límites con el sur de Veracruz hasta el puerto de Salina Cruz, Oaxaca.
Sin embargo, el funcionario estatal añadió que será en la mesa de seguridad que se instala todos los días desde las siete de la mañana en la capital oaxaqueña, donde se definirá si se hace una petición institucional a Pemex para que verifique sus ductos, o se hace a partir de la “excelente relación” que sostiene el gobernador Salomón Jara Cruz (Morena), con el director de la petrolera, Octavio Romero Oropeza.
En base al comportamiento de Pemex en años anteriores, como el desdén para atender los daños ambientales y afectaciones sociales, por derrames y fugas, el secretario de gobierno de Oaxaca expresó su confianza en que los funcionarios de la petrolera corregirán las omisiones del pasado y atenderán todos los pendientes que existen con las comunidades indígenas.
“Como gobierno, tutelaremos a las comunidades indígenas para que en un permanente diálogo respetuoso y con acciones apegadas a la legalidad, hagan sus reclamos ambientales y sociales, pero cuidaremos también, a partir de la su estratégica importancia en la generación de riqueza, que las actividades de Pemex no se interrumpan en la entidad”, ofreció Romero López.
El secretario de Gobierno aseguró que la administración estatal acompañará a las comunidades afectadas para que obtengan respuesta de la empresa estatal por los daños ambientales que sus operaciones han dejado en sus tierras.
“Vamos a acompañar a las comunidades, siempre con el diálogo y la búsqueda permanente de la conciliación, para que sus exigencias tengan respuestas a los problemas que enfrenten ya sea por el deficiente trabajo de mantenimiento de las compañías subcontratadas por Pemex o por eventos ligados con hechos delictivos como derrames por robo de combustible”, prometió.
Derivado de la reciente fuga de amoniaco en un ducto de Pemex que se originó desde el pasado viernes nueve de diciembre y que a más de una semana obligó al desalojo de los habitantes de Donají, Tolosita, Juno y José María Morelos, el secretario de Gobierno pidió a todas las instancias que acompañen a las comunidades y “se evite que los problemas sociales o ambientales, deriven en conflictos políticos”.
“Acompañar a las comunidades frente a eventos químicos o naturales, no es sólo llevarles alimentos o médico, es orientarlas en sus peticiones y hacia dónde dirigirlas, es evitar que sean víctimas de la desinformación o que sean presas de quienes privilegian la política por encima de la atención de los reclamos por daños ambientales y sociales”, destacó.
Ante las primeras protestas, que ya surgieron a una semana de la fuga de amoniaco, como un plantón frente a la puerta principal de la refinería de Salina Cruz y un boqueo sobre la carretera Transístmica, Romero López enfatizó que en Oaxaca todos y todas encontrarán el diálogo, pero conminó a los líderes a superar “esa visión cortoplacista de recurrir a los cierres carreteros”.