"Todo depende de los jugadores con los que uno cuente y de cómo se organicen". "Siempre definen los futbolistas. El técnico debe adaptarse a ellos". La primera frase es de Didier Deschamps y la segunda, de Lionel Scaloni.
Los entrenadores finalistas de la Copa del Mundo de Qatar 2022 tienen orígenes y experiencias muy diferentes, pero una concepción similar del juego y un perfil bajo que los une. Ambos parecen caminar a contramano de su época. Enarbolan un pensamiento mucho más simple y llano que el que prolifera entre la mayoría de sus colegas. Son directores técnicos "a la antigua" y esto, aunque parezca una contradicción, representa una feliz novedad.
Lejos de los discursos sobre escolarizados y de los métodos científicos, Deschamps y Scaloni hablan claro.