“Venimos de menos a peor en el tema del servicio médico del Magisterio” aseguró la docente poco antes de declararse en huelga de hambre para que le resuelvan su caso.
Saltillo, Coah. - Cansada de tanta negligencia médica, al grado de no suministrarle su medicamento, mucho menos el reembolso por gastos médicos particulares, la profesora Patricia Nieto Ruiz llegó decidida a la Clínica Hospital del Magisterio en Saltillo para iniciar una huelga de hambre en señal de protesta.
“La huelga de hambre es para hacerme notar y obtener respuesta de la alta dirección de la clínica y servicio médico del Magisterio. Tengo casi un año solicitando reembolsos por gastos de medicina que no está en el cuadro básico y no hay respuesta”.
La exigencia es al Gobierno del Estado por ser el responsable de la salud y sus instituciones de salud en la entidad, además al director del servicio médico Alejandro Treviño Saldaña, a quien desde febrero de este año la docente pensionada solicitó el reembolso y no le ha dado respuesta.
Explicó que el gasto asciende a más de 50 mil pesos, pues es la compra de medicinas, estudios de laboratorio para ella y su madre, pues ambas padecen hipertensión, además de insuficiencia venosa de su progenitora y de artritis reumatoide que la maestra padece.
En el caso referido a medicamentos para el tratamiento de esos padecimientos que no pueden interrumpirse, declaró que ante la falta de respuesta de la Clínica Hospital del Magisterio para proporcionárselos, no obstante que de su salario le descuentan quincenalmente por servicios de salud y medicamento, decidieron adquirirlos por su cuenta desde hace unos años.
“Pienso que hay una intensión dolosa por parte del director de no contestar los oficios que he enviado”, resaltó. “Y hay indolencia e indiferencia y nos afecta particularmente a mi madre y a mí. Y si no tomo esta decisión, sería permitir que se me condene a que en adelante sigan sin darnos el medicamento y que tengamos que hacer uso de nuestros propios recursos para comprarlo”.
“Ahorita es medicamento, ¿al rato qué va a ser? ¡Será todo! Porque no quiero pensar en caso de requerir una cirugía”, se quejó Nieto Ruiz.
Consciente de que para cualquier tratamiento médico no hay recursos que alcancen, la profesora Patricia quien fue maestra de educación primaria y directora en tres diferentes escuelas y se pensionó con más de 29 años de servicio, aseveró que no tiene “por qué pensar en eso, pues para eso trabajamos”.
“Aporté como jubilada, inclusive con las cuotas que nos impusieron indebida e ilegalmente a este sistema; además me amparé para recibir el medicamento desde 2019, pero nos lo daban incompleto y con retraso. Y a partir del segundo semestre del 2022 nos dijeron que el medicamento que no esté en el cuadro básico no se nos va a proporcionar”.
Los medicamentos que utiliza la docente son tabletas de Venalot Depot, Libertrim SII comprimidos, tabletas de Paralen, gotas Refresh Gel lubricante oftálmico y, por ejemplo, una caja para 15 días de uno solo de los medicamentos le cuesta 400 pesos en promedio.
No obstante que para pagar por el paquete de medicamentos se deben desembolsar en promedio más de 2 mil 500 pesos en ocasiones y ello sin contar los gastos de laboratorio, consideró.
De ahí la idea de permanecer en huelga de hambre hasta que le cumplan sus peticiones, concluyó y pasó a instalarse en el área de recepción de la clínica de los maestros.
En huelga de hambre
Patricia Nieto Ruiz, maestra pensionada, tras 29 años de servicio.
En un año no ha recibido el medicamento para las enfermedades crónicas que padece ella y su madre.
El gasto asciende a más de 50 mil pesos por la compra de medicinas y estudios de laboratorio.