Tanto si te lo estabas preguntando como si no, la ciencia acaba de revelar algo de lo que no se tenía ninguna certeza hasta ahora: las serpientes tienen clítoris, y muchos más grande de lo que podrías imaginarte.
Tal y como ha explicado la doctora Jenna Crowe-Riddell, investigadora postdoctoral en neuroecología en La Trobe Universidad, en un comunicado:
Cuando abres un libro de texto de anatomía e imaginas que tienes un dibujo detallado de los genitales masculinos, para los genitales femeninos falta una parte entera, esencialmente. Entonces, estamos llenando ese lugar que falta.
Según explica el nuevo estudio, las serpientes hembra no tienen uno, sino dos clítoris. Un trabajo que documenta la primera evidencia formal del órgano sexual en los reptiles y que explica que este clítoris de dos partes, llamado hemiclitoris, está presente en al menos nueve especies de serpientes.
Para Megan Folwell de la Universidad de Adelaide en Australia, “se sabía mucho sobre los genitales de las serpientes macho, pero no mucho, en realidad nada, sobre las hembras”. Así, Folwell y sus colegas comenzaron a diseccionar especímenes de serpientes hembra de la colección de zoología de la Universidad de Michigan.
Sea como fuere, las disecciones y las tomografías computarizadas revelaron una variedad de tamaños y estructuras de hemiclitoris entre especies. Por ejemplo, la víbora cantil (Agkistrodon bilineatus), originaria de México, tiene el hemiclitoris más grande de las nueve especies, mientras que una especie australiana, la serpiente marrón de Ingram (Pseudonaja ingrami), tiene el más pequeño. Otras especies que examinaron incluyeron la víbora de la muerte (Acanthophis antarcticus), la serpiente guatemalteca (Lampropeltis abnorma) y la pitón alfombra (Morelia spilota). Folwell dice que sospecha que la mayoría, si no todas, las especies de serpientes hembra tienen hemiclitoros.
Por cierto, el equipo también descubrió que, al igual que los hemipenes de dos partes de las serpientes macho y los lagartos, los hemiclitoros de las hembras están compuestos por nervios sensibles y tejido eréctil. Sin embargo, a diferencia de los hemipenes, los hemiclitores de las hembras carecen de espinas y ganchos que se cree que ayudan en el apareamiento.
En definitiva, un trabajo, “que es un gran salto adelante en nuestra comprensión de la anatomía sexual en los reptiles”, zanjan en el estudio.