Era septiembre del 2013, días en la que la Copa del Mundo 2022 se veía lejos.
Daniel Rodríguez recuerda que “cuando llegué a Doha sólo existía el Cornice y West Bay, todo lo demás no existía, era un desierto...”. Era septiembre del 2013, días en la que la Copa del Mundo 2022 se veía lejos, y el mexicano originario de CDMX viajaba a oriente medio para armar la propuesta que convenció al emir de Qatar de construir el metro de la ciudad mundialista.
“Tuve que concursar para ganar el proyecto. Fui allá porque quería ver la arquitectura, entender cómo era la sociedad de Qatar, quería ver los estadios, cómo era la ciudad. Llego a donde están los estadios y mi sorpresa es que todo era desierto, estuve caminando un buen rato y no había nada, absolutamente nada, Lusail no existía. Los únicos que existían eran los de la Universidad de Qatar y Al Rayyan. Lo demás no existía. Fue difícil visualizar cómo iba a ser Doha”, cuenta Daniel Rodríguez, el mexicano que convenció a un emir de Qatar de construir el metro de Doha.