La tristeza y melancolía del primer mundial en Oriente Medio comienzan a aparecer.
Qatar comienza a mirar la cuenta final para la finalización de la vigesimosegunda Copa del Mundo. La cuenta final ya comenzó y puede verse en que el primer Estadio Cubierto totalmente removible, el 974, sede del juego entre México y Polonia, ya comenzó a ser desmontado y se observa que en su estructura ya lucen espacios que antes eran tribunas.
La tristeza y melancolía del primer mundial en Oriente Medio comienzan a aparecer apenas se observa cómo trabajadores de las construcciones se llevan cada uno de los 974 contenedores de acero y modular que fue construido el escenario inspirado en la sólida historia de Qatar de la navegación y el comercio.
Los elementos que lucen ya en camiones de transporte en algunos casos ya están en tierra y gradualmente los vehículos pesados los van sacando del lugar. El 974, con capacidad para 44,089 espectadores fue edificado con ese mismo número de contenedores en colores e identificados con la numeración.
En el diseño se necesitaron menos materiales de construcciones que los estadios tradicionales, por lo que el inmueble resultó ‘económico’ con un costo de 200 millones de dólares. Ahí confiaron trabajadores del lugar, en un futuro próximo, estará una compañía petrolera.
El coloso tenía un innovador sistema de enfriamiento diseñado para redistribuir la brisa del golfo. Se encuentra todavía ubicado en la autopista Ras Abu. Abboud a unos 10 kilómetros al este del centro de Doha. Albergó siete partidos desde la fase de grupos, en el que jugó México, y el último encuentro que despidió fue el que encumbró a Brasil como favorito para la obtención de la Copa del Mundo, ya que ahí derrotó 4-1 al representativo de Corea del Sur. “Se desconoce en este momento dónde va a ser removido y a quién se va a regalar este escenario. Por el momento, el gobierno no ha definido el país donde se enviará, pero hace un par de días comenzó su desmantelamiento”, explicó uno de los trabajadores.