Realizan ciberpatrullaje en la web.
La policía cibernética de Coahuila tiene la misión de prevenir y combatir los delitos en los que se utilicen medios electrónicos y tecnológicos, mediante el ciberpatrullaje en la web, el análisis de sistemas, ingeniería social, equipos informáticos y de telecomunicaciones.
La Unidad de la Policía Cibernética de la Fiscalía General del Estado de Coahuila informó que en esta nueva era digital en la que el contacto online ha diluido las fronteras espaciales entre las personas, el acoso y difamación cibernético también ha incrementado su presencia en la medida que tenemos contacto con los medios digitales.
Los ciber policías explicaron que la difamación en redes sociales se da cuando alguien insulta a otro usuario u otra persona (identificándola o dando los datos suficientes para identificarla) o difunde información falsa sobre esta, a sabiendas de que no es verdad, por lo que terminan siendo delitos de injurias y de calumnias, ambos tipificados en el Código Penal.
Consecuencias. Agregaron que por lo tanto la difamación, es una vulneración o atentado contra el derecho al honor de quienes son objeto de los insultos o de la información falsa, puesto que a través de estas expresiones se pretende menoscabar su reputación y su imagen pública.
Detallaron que es habitual que la difamación se dirija contra personajes públicos o con cierta notoriedad pública, pero las personas anónimas también pueden ser objetivo de estos comportamientos. Y en algunos casos, la difamación acaba convirtiéndose en acoso, puesto que el difamador (en muchos casos llamado hater) se dedica a insultar sistemáticamente a su víctima, hasta el punto incluso de dirigir a otros contra ella.
Liberta de expresión. “Hay gente que confunde la libertad de expresión con la libertad de insultar en redes sociales, y no, un insulto no es una crítica o una opinión negativa sobre una persona, es un tipo de difamación”. Señalo la Unidad de la Policía Cibernética.
Mientras la crítica y las opiniones están amparadas por la libertad de expresión, el insulto, los comentarios o expresiones humillantes, vejatorias u ofensivas, no lo están, porque pueden llegar a considerarse injurias.
En cuanto a la calumnia, atribuir a alguien la comisión de un delito sabiendo que es falso, es siempre ilícito, porque se hace con la intención de dañar a la persona sobre quien se miente y bajo ningún concepto puede considerarse libertad de expresión, finalizo La Unidad de la Policía Cibernética de la FGE.