El 8 de diciembre de 1980, a las 22:50 horas, John Lennon y su novia, Yoko OnoIban a casa al Edificio Dakota en Nueva York. En la entrada del edificio los estaba esperando. marca david chapman, un joven texano obsesionado con el cantante de los Beatles, quien efectivamente le había pedido su autógrafo unas horas antes, y le disparó seis balas con un revólver calibre .38 Special, cuatro de las cuales alcanzaron a Lennon en la espalda y el hombro izquierdo. El certificado de defunción describía la causa de la muerte: “Múltiples heridas en hombro izquierdo y tórax; pulmón izquierdo y arteria subclavia izquierda; sangrado externo e interno. choque“.
Después de desarrollar depresión y comportamientos erráticos, algunos esquizoides escuchan voces, Chapman había viajado a Manhattan con la idea de asesinar al ex Beatleque estaba incluido en una serie de pensamientos obsesivos que también incluía el libro El Guardian en el centeno. Según sus propias palabras, por esta época comenzó a beber con frecuencia y a consumir drogas como la cocaína.
El día antes del asesinato, Chapman abordó al cantautor James Taylor, quien luego diría: “El hombre me puso contra la pared y estaba empapado en sudor maníaco, diciendo cosas extrañas sobre lo que iba a hacer y sus cosas sobre cómo iba Juan. estar interesado, y que iba a contactar a Lennon”.
En la mañana del 8 de diciembre de 1980, Champan salió del hotel Sheraton y dejó artículos personales en su habitación para que los encontrara la policía. compré una copia de El cazador de corazones (El Guardian en el centeno), en la que escribió “Esta es mi declaración”, y la firmó “Holden Caulfield”. Luego pasó la mayor parte del día afuera del edificio Dakota, donde saludó a otros fanáticos y conoció a Sean Lennon, de 5 años, a quien se refirió, citando la canción de Lennon, como un “niño hermoso”.
“Mi parte buena ha ganado”
Alrededor de las 5:00 p. m., Lennon y Ono dejaron el Dakota para una sesión de grabación en Record Plant Studios. Mientras caminaban hacia su limusina en la acera, Chapman estrechó la mano de Lennon y le entregó una copia del nuevo disco de Lennon, Fantasía dualle toca a él firmar. Sobre este momento, el asesino dijo: “En ese momento ganó mi parte buena y quise volver a mi hotel, pero no pude. Esperé a que volviera. Sabía adónde van los patos en invierno y yo quería saberlo” (refiriéndose a El Guardian en el centenoya que era una pregunta que el protagonista se hacía repetidamente).
Después del tiroteo, Chapman se quedó a leer la novela hasta que llegó la policía y fue arrestado sin pelear. En su declaración a la policía, el texano dijo: Estoy seguro de que la mayor parte de mí es Holden Caufield. El resto de mí debe ser el diablo..
Chapman fue condenado por el crimen en agosto de 1981. La sentencia estableció una pena de veinte años a cadena perpetua. Veinte años terminaron en el año 2000, a pesar de lo permanece en su celda en el Centro Correccional de Atticaen el estado de Nueva York, habiéndosele negado la libertad condicional doce veces.