Hermanitos desean un regalo y cenar pollito esta Navidad

CASO Este es el testimonio del rostro de la inocencia que anhela el disfrutar de las fiestas desconociendo la vulnerabilidad en la que viven

Los hermanos Tovar Hernández, como todos los niños, saben que Navidad se avecina y viven con la ilusión de celebrarla, pero desconocen totalmente que sus posibilidades de hacerlo son imposibles. Con entusiasmo y sonrisas dejaron ver su inocencia que desbordaba esperanza y carisma.

Hoy en día sus posibilidades solo les permiten asistir a la escuela y dar de una o dos comidas diarias, aunque en días ‘buenos’ llegan a tener 3. La familia está compuesta por el pequeño Víctor de 4 años de edad, Dulce María de 7, Ángel de 8 y Francisco Javier de 10, los hermanitos. Actualmente viven al Oriente de la ciudad en la colonia Posadas del Sol acompañados por sus padres Yesica Hernández y Francisco Tovar quienes diariamente buscan el alimento para sus pequeños.

Niñez. Las fiestas decembrinas llegan y la espera de Santa Claus se hace presente, pues los niños son quienes con ilusión esperan la llegada del hombre barbón que porta un traje rojo y trae consigo un saco lleno de regalos en Navidad. Celebración que es conocida por disfrutar en los hogares obsequios y comida, sin embargo, existe otro lado de la moneda, donde la pobreza, falta de recursos e incluso de alimentos vuelven imposible el poder festejar esta fecha tan especial.

Familia. Este es el caso de los hermanitos Tovar que como todos los niños al preguntarles a quien esperan esta Navidad, respondieron que, a Santa Claus, ignorando las carencias en las que viven y la falta de posibilidades que tienen pues la condición económica de su familia no marcha bien.

Su hogar son dos cuartitos que a base de esfuerzo fueron construidos y están compuestos por montonales de madera, tarima, plásticos y lona que cubra el jacalito para que no se llueva, pero en ocasiones es imposible, ya que, con las lluvias registradas en la ciudad en las últimas semanas, la cama en donde dormían los 4 hermanitos quedó completamente empapada, en esta ocasión las lonas no pudieron refugiarlos ni del agua ni del frío. Por el momento duermen los 2 padres y los 4 hermanos en un colchón, debido a que la cama de los niños quedó inservible.

                    Ignoran las carencias viviendo en un mundo de ilusión para conocer a Santa Claus.

Don Francisco dijo que, aunque trata de conseguir un empleo estable no tiene suerte, así que trabaja como albañil y en ocasiones recoge botes para poder comprar los alimentos diarios, pues sus hijos no se quedarán sin comer así tan solo sean frijolitos con tortillas, él se hará cargo de darles un plato en la mesa, exclamó.

2 DE LOS 4 HERMANITOS le pidieron a Santa Claus un libro además de colores, pues disfrutan mucho de la escuela.

Inocencia. Desconociendo e ignorando totalmente su manera de vivir, cada uno de estos pequeños contó para periódico El Tiempo que es lo que esperan para Navidad.

Dulce expresó “Yo quiero el día de Navidad que Santa me traiga un libro para leer y pintar, lo quiero de Frozen porque está bonita y a mí me gusta que mi mamá me haga una trenza como la que tiene ella”, afirmando que le gusta leer y ver dibujos.

Después el pequeño Víctor mientras jugaba en el piso mencionó que le gustaban los carritos y quiere unos para jugar carreras.

Luego de un momento a otro el pequeño Ángel, quien curiosamente su cumpleaños es el 25 de diciembre no pidió carritos, videojuegos o un balón, sino que, indicó con una sonrisa risueña “Quiero un libro de matemáticas y unos colores” el niño dejó en claro que disfruta de las sumas y restas sorprendiendo así a los presentes.

                                             Ángel el pequeño que pidió un libro de matemáticas.

Por otro lado, su hermanito mayor Francisco, al mismo tiempo de cargar un viejo carro de bomberos compartió que a él le gustaría una patrulla de control remoto porque cuando sea grande quiere ser policía y añadió “Si se puede también unos soldados”.

Añadieron que la comida favorita de todos es el pollito y lo llegan a comer cuando es una fecha especial.

Sus padres les han dicho que los cachorritos ya son su regalo de Navidad adelantado y deben de cuidar de ellos.

Anhelo. Fue así como cada uno de estos hermanitos mostró su inocencia y esperan una fecha especial donde puedan disfrutar de libros y carritos sin estar conscientes del mundo de pobreza en el que crecen donde comprar una caja de colores es un gran reto para sus padres, pero aun así esperan Santa Claus cumpla sus deseos.

Personas interesadas en colaborar con la Navidad de los Tovar pueden comunicarse al número telefónico de periódico El Tiempo 866-634- 44-44 o acudir directamente a las instalaciones.

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