La cantante, que presenta disco grabado en Bellas Artes, abraza el movimiento Poder Prieto contra el racismo.
La artista oaxaqueña Lila Downs ha dedicado su carrera no sólo a difundir sus raíces mexicanas, también ha luchado por visibilizar la discriminación que los pueblos indígenas sufren en todos los ámbitos.
“Todos tenemos un rollo con la identidad en México”, opina, “no importa tu tono de piel, aunque seas muy güerito o más morenito, todos somos resultado de un mestizaje que llega hasta este momento y fueron cientos de años en que estábamos reprimidos en hablar del tema, tenemos que aceptar nuestra identidad”.
La cantante comprende y aplaude la labor que colegas como Tenoch Huerta o Maya Zapata, con su movimiento Poder Prieto, están haciendo, en especial porque visibilizar las diferencias atrae críticas.
Ve positivo que al menos se hable del tema, que haya un diálogo, porque cuando ella comenzó a ponerlo sobre la mesa hace más de dos décadas también fue muy criticada, porque al resaltar la importancia de la identidad y de los pueblos originarios, los demás le hicieron ver que de eso no se hablaba.
“Hasta la fecha esto se da un poco, hay muchas críticas cuando hablas del racismo. Claro, hay que tener cuidado en cómo se dice porque luego viene una represalia; creo que es como cuando surge el movimiento afroamericano, hay gente que es más militante, más de guerra, y otra que lo es menos, que les gusta más la paz y que quieren que todo fluya. Creo que esta especie de movimiento está por fin sucediendo”, considera.
En los 28 años que tiene de carrera artística, le ha tocado luchar contracorriente, desde el momento que decidió hacer música que resalta sus raíces y retoma las lenguas de los pueblos originarios de su natal Oaxaca, pero también considera que marcó el camino para las nuevas generaciones de intérpretes que han seguido caminos muy similares.
“Hace dos décadas hablar de esto era difícil y hablar las cosas honestamente me pesó, me censuraron, perdí muchas oportunidades, pero no me enfoco en eso y sí en lo que se ha logrado, como cantar muchas canciones y hacer conciertos de agradecimiento a las raíces”.
Raíces en Bellas Artes
Uno de los grandes logros de Downs en su lucha por llevar al mundo su herencia cultural fue llegar al Palacio de Bellas Artes, donde el 22 y 23 de marzo pasados ofreció dos conciertos que quedaron inmortalizados en el disco Desde Bellas Artes México, que sale hoy a la venta.
Lila considera un gran paso para la cultura popular que un recinto como Bellas Artes le haya abierto las puertas a una artista como ella.
“Hay una especie de elitismo, yo empecé en Bellas Artes de Oaxaca; todo es un poco esnob y eso lo tiene también la historia de este recinto, al igual que la historia de nuestro país”.
Así que disfrutó haber podido cantar algunos temas en mixteco y purembe, que ella compuso hace 25 años. Decidió abrir sus conciertos con uno de ellos, “Semilla de piedra”, en el cual habla de la migración, situación muy común en Oaxaca y que ella misma vivió al lado de su madre, la cantante mixteca Anita Sánchez, cuando siguieron a su padre Allen Downs, profesor, pintor y cineasta, a EU, nación donde ella vivió su niñez y adolescencia.
Down no está peleada con sus raíces anglosajonas, en este concierto incluyó un tema en inglés, “Mirror”.
“Todavía estamos saliendo del clóset con respecto a los mexicoamericanos, ahí tenemos otro reto más, porque todavía hay mucha ignorancia sobre quiénes somos; somos lo que el mundo nos da, por eso agradezco que se identifiquen con mi música”.