Hubo momentos del encuentro de octavos de final frente a Australia en los que la Selección Argentina extrañó a Ángel Di María.
La fatiga colectiva por la seguidilla de partidos generó una ausencia de ingenio en ataque que podría haber sido superada por el desequilibrio individual y la valentía del rosarino. Además, el número once es uno de los líderes espirituales y tenerlo dentro del campo de juego puede ser una solución anímica para sus compañeros. Por eso, su estado físico preocupa de cara a los cuartos de final de la Copa del Mundo de Qatar 2022 frente a Países Bajos.
Frente a Polonia, Di María sufrió una sobrecarga en el cuádriceps derecho que no llegó a ser contractura ni desgarro pero que todavía le molesta.
Así, se quedó en el banco de suplentes el sábado contra Australia, no pudo entrenarse con normalidad el lunes tras el día de descanso y recién volvió a practicar con el resto del grupo el martes, aunque solo en el calentamiento y no en la sesión de fútbol. Trabaja con el cuerpo y con el corazón para estar lo antes posible disponible, pero su presencia el viernes aún es una incógnita.