'Si deseas puedes sobresalir y llegar a donde quieras'.
Y a con 31 años de laborar para Cruz Roja de Piedras Negras, María Isabel Martínez Arellano nos platica como ha sido el poder prestar sus servicios para esta institución en la que ha aprendido una gran variedad de actividades y también le ha tocado ser testigo de situaciones difíciles que se han presentado como lo son las atenciones médicas y las emergencias en este lugar de servicio a la comunidad.
A meses de cumplir los 31 años de vida laboral aquí, ¿Cómo fue que se decidió por trabajar en un sitio como este?
"Fue gracias a una amiga, que me dijo que estaban buscando una persona para el área de intendencia, entonces me animé, pero me dijeron al principio que de preferencia buscaban personal masculino, pero por fortuna a los días recibí la llamada donde me estaban dando la oportunidad, por lo que un 17 de febrero de 1992 fue que comenzó mi travesía en este lugar".
¿Fue difícil haber tenido ese rechazo por ser mujer?
"Un poco, pero gracias a Dios estoy impuesta a hacer todo tipo de trabajos pesados, por lo que no me dio temor el haberlo buscado, pero al final tuve la oportunidad".
Cruz Roja es un lugar donde se viven una gran cantidad de experiencias buenas y malas, ¿Le ha marcado alguna en especial durante el tiempo que tiene trabajando aquí?
"Sí, ha habido muchas, algunas muy tristes, hay un caso que recuerdo mucho, me dejo muy marcada, fue el caso de un pequeñito que fue atropellado, aparentemente el niño se veía bien, pero desgraciadamente por dentro venía muy mal, lo atendieron aquí, pero decidieron llevarlo a Urgencias al hospital, pero lamentablemente en el trayecto falleció, esa fue una de las primeras experiencias que viví, y de las más dolorosas porque era la vida de un niño y no se pudo hacer nada".
Dicen que las personas que trabajan en instituciones médicas y de emergencias como esta, se vuelven con el tiempo frías, ¿Le ha pasado a usted?
"Sí, te vas acostumbrando, porque son cosas y situaciones que vas viendo en el día a día, te hace más duro para no sentir, aunque al final si te llega una situación y otra, pero tienes que hacerte fuerte para poder seguir aquí y continuar con el trabajo que requiere atención ".
¿Cómo madre trabajadora, fue difícil dejar a sus hijos para poder aportar económicamente en su hogar?
"Un poco, principalmente porque estaban en la escuela, en secundaria, y era una etapa muy difícil en la que tenía que estar al pendiente de ellos, pero gracias a Dios me pude acoplar al tiempo del trabajo y al de ellos, lo cual fue con ayuda de mi esposo, pues me dijo que era un muy buen momento para aprender algo distinto y aquí sigo".
¿Aquí, en farmacia, le ha tocado tratar con personas difíciles de atender?
"A veces nos toca atender personas que no entienden los procesos, nosotros todo lo que hacemos es tratar de ayudarlos lo mayormente posible, pero a veces si no se puede cubrir su necesidad se molestan mucho, se enojan y quieren pelear".
¿Qué satisfacción le deja ser parte del personal de apoyo en una institución como Cruz Roja?
"Es algo muy grande, primero que todo agradezco que me hayan abierto las puertas hace 30 años y en segundo el que me hayan permitido aprender un poco de todo, como lo es los primeros auxilios, por lo que me siento muy honrada de ya saber inyectar, checar presión, lo que gracias a Dios ha sido posible gracias a la ayuda de los compañeros paramédicos que han estado aquí quienes me han tenido paciencia para que aprenda poco a poco".
¿Qué mensaje le da a quienes tienen el deseo de aprender algo distinto?
"Todos debemos saber que, si se puede, querer es poder, si tú quieres puedes sobresalir y llegar a donde tú quieras solo es cuestión de esforzarte".