Además de ser un alimento económico, el salvado puede tener grandes beneficios a la salud si se consume con regularidad.
El trigo es uno de los cereales más sembrados y utilizados en el mundo. Del trigo y sus derivados dependen miles de productos de consumo diario y masivo.
A partir de este cereal se obtienen diferentes partes, la más importante dentro de la industria alimentaria es el grano, pero hay otros productos que también tienen usos destacados, tal es el caso del salvado.
El salvado es la cascarilla que se ubica en la parte exterior del grano de trigo. Este recubrimiento se obtiene durante la molienda del cereal y se separa para darle otros usos. En el caso de las harinas de trigo integrales, no se retira el salvado, puesto que contienen importantes nutrientes.
A pesar de ser poco consumido, agregar salvado de trigo a la alimentación tiene grandes beneficios y es por ello que cada vez son más las personas que voltean a ver a este ingrediente, así como a los productos que se elaboran con grano enteros.
El salvado y sus beneficios
El salvado de trigo contiene altos niveles de fibra insoluble, la cual aporta una sensación de saciedad por más tiempo. También acelera la velocidad en la que los alimentos pasan a través del estómago y los intestinos, además de dar mayor volumen a las heces.
En la salud digestiva, el salvado de trigo es un gran aliado, pues no solo retrasa el vaciado gástrico, sino que también acelera el tránsito intestinal.
Se ha comprobado que el consumo regular de salvado de trigo protege al organismo de diversas enfermedades, entre ellas, accidentes cardiovasculares, obesidad y algunas de carácter gastrointestinal, como el estreñimiento, diverticulitis y cáncer de colon y recto, entre otras.
De acuerdo con la Secretaría de Salud, el mexicano adulto consume en promedio entre 16 y 18 gramos de fibra diaria, mientras que el consumo recomendado es de 30 g/día, por lo que el salvado de trigo puede ser una fuente económica y versátil para cumplir con los requerimientos diarios fibra.
El salvado no aporta sabor a las preparaciones, por lo que puede añadirse a cualquier receta. Puede utilizarse en panes y galletas, siempre tomando en cuenta que se tendrá que ajustar ligeramente la humedad para evitar que las masas se sequen.
También puede espolvorearse salvado sobre la fruta en el desayuno o mezclarse con la granola. Si eres de los que comienzan el día con un jugo o licuado, añade una cucharada de salvado a tu bebida, así estarás consumiendo fibra sin ningún esfuerzo.
El salvado de trigo debe consumirse de manera moderada y junto con una dieta balanceada pues contiene ácido fítico, cuya acción puede reducir la absorción de algunos minerales como el calcio, el hierro y el zinc.