¡Las moles pétreas nos llevaron al inicio de la minería en Castaños!
Recorriendo brechas y veredas uno se topa con infinidad de lugares que albergan vestigios de nuestro pasado.
Principalmente estructuras que están ahí, imponentes e intactas, sólo dañadas por el paso del tiempo y que es nuestro deber preservarlas para evitar que sean presa del vandalismo y las saqueen.
Andaba de "pata de perro" con mi compadre Mario "Gonzo" Rodríguez al sur de Castaños y tras tomar unas fotografías en un paraje cercano a las vías del ferrocarril decidimos retirarnos.
Al avanzar buen trecho descansamos debajo de unos frondosos huizaches ya que no venteaba nada y el sol estaba castigador en esos días de julio de este año. Estábamos en terrenos del ejido Baján, localidad con gente muy hospitalaria y amable.
Luego de unos tragos de agua, volteamos para el frente y nos llamó la atención una edificación de piedra que sobresalía muy apenas entre los matorrales y árboles.
Lo primero que se nos vino a la mente fue que se trataba de una antigua casa pero estábamos muy lejos de la realidad.
Antes de llegar al lugar no se distinguían del otro lado y como lo nuestro es investigar, nos apresuramos para llegar cuanto antes.
"Son dos torres de piedra" aseguró Mario y sí, efectivamente era un par de estructuras octagonales de aproximadamente 5 metros de altura separadas entre sí por un espacio de entre tres o cuatro metros.
En la parte baja tenían aberturas por las cuales nos introducimos (extremando precauciones pues podríamos llevarnos la sorpresa que hubiera un animalito de dios).
El interior era cilíndrico a diferencia del exterior e imperaba el ladrillo refractario y terminaban en lo alto con una abertura circular.
En medio del suelo estaba una figura similar a una campana de concreto: ¡Definitivamente estábamos en el interior de un horno metalúrgico!
Por su estructura eran de los denominados hornos de calcinación, similares, aunque más grandes, que los ubicados en el mirador del municipio de Sierra Mojada.
Se utilizan para obtener diversos minerales aunque en el caso de Castaños, principalmente la minería se enfocaba a calizas y fluorita entre otros.
Incluso en la época del estallido de la revolución, muchos personajes extranjeros tuvieron que retirarse para evitar ser ajusticiados o asaltados por los combatientes ya que en ciertas partes había xenofobia por parte de revolucionarios principalmente hacia "los gringos", como lo es el caso de Henry Milton Handshy, cuya tumba fue encontrada por mi amigo Gabriel González Akessler en un cementerio Texano.
Este personaje tuvo que irse luego de trabajar unas minas también en tierras de la hoy Castaños a finales del siglo XIX.
El compañero del Colegio de Investigaciones Históricas del Centro de Coahuila Sóstenes de Hoyos, refiere que la minería en el municipio tuvo un auge en 1939 con la llegada del neoleonés Faustino Soto Arellano.
Incluso en el ejido La Joya existe también el cerro Azul, de donde tambien explotan ciertos materiales, principalmente calizas que llevan a las empresas de Monclova para diversos procesos entre ellos refractarios.
Hermoso paisaje brindaban estos hornos en medio del monte, una vista espectacular. Podía imaginar como los trabajadores llevaban a cabo el proceso metalúrgico en ellos, en medio de una época de bonanza.
Estos lugares hay que cuidarlos pues marcan como fueron los inicios de estos ingenios para obtener los beneficios de la tierra.
La verdad estas ubicaciones...¡Imponen! De pronto te topas con estructuras raras y no hay otra más que buscar en la historia qué eran y cual era el propósito de su construcción.
Hay que recordar que el hombre es curioso por naturaleza y eso lo ha llevado a los más importantes descubrimientos de la humanidad.
Lo apasionante de mi labor es que nunca pierdo la capacidad de asombro, creo que si careciera de ella nunca sería un aventurero e investigador.
¡Así que nunca la pierdan amigos!
Estas dos torres en medio de la nada son imponentes. Se trataban de hornos para procesos metalúrgicos.
Otro mundo de verdad, toparte con este tipo de cosas en medio de la nada.
El interior era cilíndrico contrario a la estructura rectangular exterior.