Quedan, en la memoria de la Ciudad de México, algunas de sus obras hechas en espacios públicos.
Rafael Cauduro, uno de los artistas plásticos contemporáneos más importantes de México, falleció ayer por la noche a la edad de 72 años. Algunas de sus grandes exposiciones individuales se realizaron, a nivel nacional, en recintos como el Palacio de Bellas Artes, la Casa del Lago y Colegio de San Ildefonso, e internacional, como el Alex Rosenberg Gallery, Nueva York.
La ausencia de Cauduro deja una pérdida que no será fácilmente reemplazable. Quedan, en la memoria de la Ciudad de México, algunas de sus obras hechas en espacios públicos.
Metro Insurgentes
Quizá, por su ubicación, el mural más famoso de esta lista sea “Escenarios subterráneos”, en el cual se representa al Metro de Londres y al Metro de París, sistemas de transporte internacionales elegidos por su antigüedad. Fue inaugurado el 15 de octubre de 1990 y vale la pena destacar que en él se reproducen dos posters de íconos de la cultura anglosajona: Bertrand Russell y Mick Jagger.
Secretaría de Comunicaciones y Transportes
Tres años después, aquí pintó el mural sobre tela “Historia en el Cabús”, obra de un metro por un metro y medio en la que los trenes y el paso del tiempo también ocupan un papel relevante. Algo que se descubre al analizar a los personajes de la pieza. “Historia en el Cabús” forma parte, quizá no hace falta decirlo, de la serie “Trenes”.
Suprema Corte de Justicia de la Nación
“La historia de la justicia” fue realizado de 2007 a 2009 y fue parte de un proyecto plástico más amplio que concluyó durante la presidencia del ministro Mariano Azuela Güitrón. Se trata de una serie de obras que se hicieron en el edificio principal y que pintaron, además de Cauduro, Luis Nishizawa, Leopoldo Flores e Ismael Ramos.
En “La historia de la justicia”, Cauduro explora las consecuencias que una justicia corrompida o violenta tiene en la sociedad.
Edificio Cauduro
En la fachada del conjunto habitacional ubicado en Veracruz 62, en la Condesa, Cauduro hizo el mural “El condominio”, que mide ocho metros de alto por 15 de largo. Es otro de sus murales que tiene una ubicación privilegiada y que construye arquetipos de los personajes mexicanos. Como el borracho, los niños que juegan en la calle o el hombre poderoso y avaro. Vale la pena señalar que el erudito y escritor Ernesto de la Peña, quien vivió en la Condesa, fue retratado en el mural.