El grupo suizo UBS señala que México tendrá una de las recuperaciones más lentas ante una débil inversión fija.
La inminente desaceleración en la economía estadounidense dará un coletazo a México en 2023, por lo que analistas anticipan un menor crecimiento. Además, la baja inversión fija corre el riesgo de seguir debilitándose a pesar de la urgencia por reactivar al sector productivo nacional.
PIB. Con una economía abierta cuyas exportaciones representan el 38% del PIB, el grupo fiunanciero suizo de inversiones UBS consideró que México se contagiará de la menor actividad económica gracias a que el 80% de sus exportaciones van hacia Estados Unidos. "El Gobierno deberá fomentar la inversión privada de forma más enérgica y fortalecer los motores de crecimiento internos. Hasta que no lleguen los cambios, la incertidumbre por la política regulatoria mantendrá al margen a muchos inversores, lo que supone un lastre para el crecimiento económico estructural", destacó Gabriela Soni, jefa de inversiones en UBS, en el reporte "México: remanso de paz en tiempos turbulentos.
Pronóstico. Para 2023, UBS estima que el crecimiento económico de México será de 0.5%, un pronóstico muy distante del 3% que se planteó la Secretaría de Hacienda. Soni consideró que México tiene dos factores a favor: cuenta con estabilidad macroeconómica y está fuertemente vinculada con la principal potencia económica mundial; sin embargo, el apoyo fiscal limitado en la pandemia y la débil inversión lastraron la recuperación después de la pandemia. "El gasto en maquinaria y equipo ha aumentado de forma considerable para atender a la fuerte demanda externa de exportaciones de productos manufacturados, pero las tendencias de construcción, que dependen de las perspectivas de crecimiento siguen siendo decepcionantes", comentó el especialista.