Diferentes lugares de Sinaloa, Nuevo Laredo Tamaulipas y muchos otros puntos del país nos describen la violencia que se vive en México, lugares por demás inseguros donde opera la delincuencia organizada y donde se generan un sinfín de homicidios que hacen a nuestro país un lugar con números de muertes y enfrentamientos incalculables, pero nuestro Presidente de la República tiene otros datos, eso es indudable.
López Obrador solo tiene en su cabeza que Morea gane nuevamente las próximas elecciones presidenciales y ha sido su objetivo desde que llegó a la presidencia de la república y para ello en su cuarto año de gobierno quiso elogiarse con una marcha para demostrar el músculo que ha formado en Morena con el famoso efecto López Obrador.
Para ello este domingo llevó a cabo su marcha en CDMX en la que ciertamente hubo un montón de acareados, así como los miles y miles Amlover´s apasionados por una Cuarta Transformación que lejos de demostrar lo que tanto prometió pareciera que va de fracaso en fracaso y eso no es culpa del presidente sino de quienes se supone ejecutan en todo el país.
Sabía perfectamente que en la marcha de este domingo le pedirían la reelección, que si bien es cierto sigue negándose insistiendo en sufragio efectivo no reelección, pero es indudable que en cada evento masivo le gusta que sus seguidores le pidan otros seis años de mandato.
Buscó que esta marcha quedara marcada como un hecho histórico donde cabalgó una popularidad de 59%, según un promedio de encuestas realizado por la firma Oráculus.
Desde su llegada como mandatario nacional se ha dicho que tiene entre el 50 al 60 por ciento de la aprobación y apoyo de los mexicanos y hay que reconocer que en un principio era notorio la gente que comenzó convencida con su proyecto, pero a pesar de la respuesta de la marcha del domingo, hoy tengo completas dudas de que siga contando con el apoyo del 50 por ciento de los mexicanos.
Sabemos que toda la estrategia que el tabasqueño está realizando es de cara a las elecciones del 2024, pero debe tener e cuenta que las elecciones son caprichosas y hay mucha gente decepcionada que hoy se arrepiente de haber votado por la 4T y la siguiente jornada electoral seguramente va a cobrar esa factura pendiente.
Sin embargo López Obrador le sigue apostando a la popularidad basada en todos los apoyos sociales que ha destinado para los mexicanos y aunque no lo quiera reconocer su marcha no fue otra cosa mas que una respuesta a la defensa de INE que anteriormente la oposición lo hizo en la calle, fue una especie de medir fuerza y sabe que el poder siempre tiene un mayor músculo en las calles y así lo demostraron.
Nadie le quita a AMLO su popularidad y el apoyo que le demuestran sus seguidores, pero tampoco pueden negar el acarreo de gente que también fue parte del músculo de una marcha por demás preparada.
Y es que tan solo en la Guardia Nacional altos mandos ordenaron sin excusas ni pretextos que todos los elementos tendrían que acudir a la marcha, pero vestidos de civiles, obvio con el objetivo de que hacerle el caldo gordo al presidente de la república, pero eso no fue todo, sino que la orden también indicaba que cada elemento tenía que llevar a diez personas más.
Entonces si calculamos que por lo menos 2 mil elementos fueron obligados a llevar diez personas cada uno, tan solo la Guardia Nacional aportó 20 mil almas a esta marcha de izquierda.
Otra de la información que se filtró es que la mayoría por no decir todos estaban completamente molestos por la orden absurda de cumplir otro capricho más del tabasqueño.