Según la RAE la catalepsia es un «accidente nervioso repentino, de índole histérica, que suspende las sensaciones e inmoviliza el cuerpo en cualquier postura en que se le coloque».
La persona que padece catalepsia presenta rigidez muscular y no responde a los estímulos, así que las personas que están a su alrededor, además de llevarse un buen susto, pueden llegar a pensar que la persona está muerta.
Por su parte, la persona se halla en un estado consciente, con diferente intensidad: en algunos casos la persona se encuentra en un vago estado de conciencia, mientras que en otros pueden ver y oír a la perfección todo lo que está sucediendo a su alrededor.
La catalepsia puede tener su origen en otras enfermedades como el Párkinson, la epilepsia, ciertos trastornos psicológicos, como la esquizofrenia, y el consumo de drogas duras, como la cocaína.
Si piensas en ese miedo que tenemos todos a ser enterrados vivos, conociendo la catalepsia, no es algo infundado, ya que existen numerosos casos de personas que han sufrido algún episodio y se ha pensado que estaban muertas y se les ha enterrado. Ahora esto parece impensable, porque hay muchas maneras de confirmar la muerte de alguien, pero hace unas cuantas décadas esto no era así y fueron muchos los casos de personas que fueron enterradas en vida.
La catalepsia es un trastorno del sistema nervioso central y se caracteriza porque la persona que lo padece sufre una parálisis corporal, junto con el endurecimiento y tensión de los músculos, no puede hacer ningún movimiento y suele perder la sensibilidad al dolor.
Tradicionalmente la catalepsia se ha conocido como «muerte aparente» y es que la persona que lo padece puede tener episodios de unos minutos de duración o incluso puede llegar a durarle semanas.
Hay personas sanas que pueden sufrir un caso de catalepsia, esto suele ocurrir si éstas han padecido alguna crisis de ansiedad, cansancio o dolores lumbares. Pero siempre que un episodio de catalepsia tenga lugar hay que acudir a un médico para que descarte la posibilidad de que haya algún trastorno o patología asociada.
Como bien hemos dicho antes, la catalepsia no es una enfermedad en sí misma, pero sí que puede ser el síntoma de alguna patología del sistema nervioso, como puede ser la epilepsia o el Parkinson. También puede ser síntoma de la esquizofrenia y en otra índole, el síndrome de abstinencia en personas que se están pasando por tratamientos de rehabilitación alcohol, drogas o algún tipo de narcótico, puede ser un origen probable de la catalepsia.
- Síntomas de la catalepsia:
- Puede presentar signos vitales, pero es incapaz de controlar las extremidades.
- Rigidez corporal.
- Palidez.
- No hay respuesta a los estímulos.
- La respiración y el pulso son más lentos de lo habitual.
La catalepsia se expresa a través de síntomas de tipo motor y fisiológico. Sin embargo, lo más duro de todo es que la persona que tiene el episodio suele ser consciente de todo lo que está ocurriendo a su alrededor.
La persona que ha sufrido un caso de catalepsia necesita que se realice una evaluación médica con electroencefalogramas o electrocardiogramas y así tener una correcta valoración de la enfermedad que lo ha producido y, sobre todo, excluir la posibilidad de fallecimiento de la persona que ha tenido un episodio.
No hay un tratamiento concreto para la catalepsia, pero sí que se ha visto que si la catalepsia está asociada a alguna enfermedad del sistema nervioso funciona la administración de relajantes musculares. Pero si es provocada por algún trastorno psicótico, el personal médico administrará al paciente medicamentos antipsicóticos junto con sesiones de psicoterapia.
Si la catalepsia es recurrente y está diagnosticada se puede paliar sumergiendo los pies de la persona afectada en un baño caliente, masajearle la columna vertebral y el abdomen.