Brasil se estrena este jueves en el Mundial enfrentándose a Serbia (a la que derrotó 2-0 en la fase de grupos de Rusia), y como aquel 27 de junio de 2018 todos los ojos estarán puestos en Neymar.
No es el capitán de la canarinha (el honor corresponde al veteranísimo Thiago Silva) pero es el futbolista alrededor del cual gravitan todos los sueños del pentacampeón.
Es el primer paso de los siete que sueña con dar en Qatar, ocho años después de llorar el desastre del Mundial en su país (donde la lesión que sufrió en cuartos frente a Colombia le ahorró el bochorno de las semifinales contra Alemania) y cuatro después de que Bélgica le cortara las alas en los mismos cuartos de Rusia.