Aunque contienen fructosa, una clase de azúcar natural, no cuenta con las mismas limitantes que la usada para endulzar.
“Uno de los mitos más populares de la alimentación que encontramos en las redes tiene que ver con que la fruta engorda o que la fruta después de la cena te hace aumentar de peso. Esto no es así”, Según explicó una experta,
El azúcar que viene en las frutas, que es el azúcar natural de las frutas, se llama fructosa y no es igual que la azúcar libre añadida a los alimentos por la industria alimentaria
La fructosa es distinta al azúcar que se consume habitualmente, la cual la OMS recomienda limitar a menos de un 5 por ciento del total de la ingesta calórica. La razón: se la vincula con enfermedades crónicas no transmisibles como la diabetes, el sobrepeso y la obesidad.
“Son dos tipos de azúcar diferentes y la fructosa no está vinculada a este tipo de complicaciones. Además, cuando consumimos frutas agregamos agua, fibra, da sensación de saciedad por más tiempo, incorporamos gran cantidad de vitaminas, minerales, fibras, antioxidantes, que previenen el envejecimiento celular, son todos protectores para la salud”, explicó.
Los beneficios que brindan las frutas:
La primera recomendación que brindan los expertos es elegir frutas de estación, ya que además de poder comerlas en su “empaque original”, se pueden realizar sabrosos licuados y batidos naturales caseros, mientras que se ahorra un poco de dinero. Lo cierto es que, además de la parte monetaria, las frutas son multivitamínicos naturales, que dan mucha saciedad porque se utiliza la fruta entera, con su pulpa, y no solo el jugo.
De todas maneras, aunque sean más nutritivos “es importante combinar, no solo frutas y verduras sino también algún fruto seco, lácteos, semillas y hasta se puede probar con algunas hierbas”, señaló la experta.