Memo Ochoa entró a la historia de las Copas del Mundo para México al parar un tiro de penalti.
Quién lo había hecho anteriormente en el tiempo regular de un partido, había sido el coronel Óscar Bonfiglio, en el primer Mundial celebrado en Uruguay en 1930.
Su nieto, el actor del mismo nombre recordó el hecho ocurrido en el primer juego del torneo y lo que provocó esa acción.
México ya era goleado por Argentina, cuando se marcó el penalti a favor de los sudamericanos. Fernando Paternoster, un defensa central al que le llamaban “El Marqués”, tomó la pelota y se dispuso a fusilar el general Bonfiglio, quien detuvo el penalti.
“Era uno de sus más grandes orgullos. Cuando lo platicaba, él decía que fue intuición, porque en esa época el portero no se podía mover para nada, no había forma, sólo tratar de adivinar y tirarse a un lado".
Pero eso no quedó ahí, en los vestuarios del Centenario, después del juego, y México lamía sus heridas, llegó hasta el portero nada menos que el Mudo, Carlos Gardel.
"¿Dónde está el joven Bonfiglio?", preguntó el cantante.
El general levantó la mano y Gardel fue hacia él: "Déjeme felicitarlo porque le ha parado un penalti a uno delos hombres más infalibles de la historia… Y déjeme darle un abrazo y complacerle en lo que usted me pida. Pídame lo que quiera".
El portero le pidió que le cantara, "El día que me quieras" y el gran Gardel, así lo hizo.