La llamada selección de los tres leones aludió a la lógica arrancando la Copa del Mundo Qatar 2022 con una actuación avasalladora.
Cuando apenas iban 40 minutos del primer tiempo (incluidos los 15 minutos que estuvo suspendido el juego por la lesión del portero iraní) Inglaterra ya había marcado tres goles. Jude Bellingham, Bukayo Saka y Raheem Sterling marcaron para los llamados Tres Leones. Y, en el segundo tiempo, Saka repitió en el marcador, Marcus Rashford, que apenas había ingresado segundos antes, puso el quinto y Jack Grealish, uno de los estelares del Manchester City, puso el sexto en el tablero. El delantero del FC Porto Mehdi Tarami marcó los dos goles de Irán. Sin embargo, aunque en el papel de las estadísticas parece un partido aburrido, fue un encuentro con nivel mundialista: lesiones, gestos políticos y de nuevo, sillas vacías (se reportaron problemas en la entrada con las entradas) en las tribunas.
Protestas. El segundo partido de la Copa del Mundo Qatar 2022 fue una goleada de Inglaterra sobre Irán, sin embargo, esa no fue la verdadera victoria de este partido: los buenos son más en las tribunas y en el terreno de juego; le pasaron por encima a la discriminación y la injusticia.
Gafete. Las selecciones nacionales levantaron la voz, específicamente algunas de Europa: Inglaterra, Gales, Bélgica, entre otras, amenazaron con portar un gafete arcoíris en solidaridad con la comunidad LGBT+, que por cierto es perseguida en Qatar. Al final la FIFA se salió con la suya y paró esta protesta, pero no otras. A pesar de todo, el delantero del Tottenham se mantuvo en su postura crítica y utilizó un brazalete negro con la leyenda “No Discrimination”. El resto del equipo tomó su lugar en la cancha y previo al silbatazo inicial se arrodillaron para mostrarle al mundo su posición ante los abusos.
Irán. El equipo saltó al terreno de juego, lo primero que hicieron fue reunirse en círculo para rezar, una tradición de los países con origen islámico. Sus aficionados explotaron en las tribunas por la presencia de los suyos, a quienes aplaudieron y celebraron. Cuando sonaron los Himnos Nacionales de los dos países, los jugadores de Irán simplemente se quedaron callados y se abrazaron.