Al estar activa en su totalidad, la población tiene la oportunidad en esta temporada de poder reflexionar sobre la vida, como se ha vivido hasta el día de hoy después de la pandemia y con ello lograr un cambio verdadero espiritualmente indicó el Monseñor José Guadalupe Valdés.
No hay que perder de nuevo la fe. Monseñor Valdés, la pandemia obligó a muchas familias a convivir todos los días, a todas horas lo que consideró en su momento un gran comienzo para volver reforzar el vínculo familiar más si fue de forma espiritual, lo cual en estos momentos no debe volver a dejarse de lado con la reanudación de la vida normal o como se tenía antes del COVID 19, por lo que invita a las familias a seguir acercándose a Dios, a confiar en él y reforzar la fe que se reavivo, resaltando que en muchas casas prácticamente estaba perdido el término de la familia, por ello no solo hay que enfocarse solo en lo malo y lo material si no también ver lo bueno que hay en cada uno de los hogares, iniciando por ver a quienes nos rodean.