Las complicaciones de la diabetes registran un impacto significativo en las finanzas institucionales.
En México, la diabetes está pasando de ser una emergencia sanitaria a una emergencia financiera, lo que ha llevado a tomar decisiones importantes entre invertir en la salud o pagar por la enfermedad.
Alrededor de 13 millones de adultos mayores de 20 años viven con diabetes en nuestro país, de acuerdo con la Federación Internacional de Diabetes (IDF por sus siglas en inglés). Una condición que ha alcanzado niveles pandémicos y que requiere ser controlada de manera urgente.
Según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut), por cada adulto con diagnóstico de diabetes mellitus tipo 2, existe otro que aún no ha sido diagnosticado y de los pacientes en tratamiento, sólo 2 de cada 10 están en metas de control.
La diabetes impacta fuertemente al sistema de salud; es un problema de salud pública que genera una carga económica para el paciente, las familias y el sector salud. De acuerdo con estimaciones de la Fundación Mexicana para la Salud (Funsalud), la carga económica de la diabetes mellitus equivale a 2.25% del Producto Interno Bruto (PIB).
La diabetes sin control es la primera causa de complicaciones como ceguera prevenible en el adulto en edad productiva, insuficiencia renal y diálisis, amputaciones en extremidades inferiores y la principal causa de infartos de miocardio.
De acuerdo con el Informe al Ejecutivo Federal y al Congreso de la Unión sobre la situación financiera y los riesgos del Instituto Mexicano del Seguro Social 2020 – 2021, el principal motivo de presión financiera por la prestación de servicios de salud en el IMSS es la atención a un importante número de derechohabientes afectados por diabetes mellitus, hipertensión arterial o, incluso, por ambas. De acuerdo con la evidencia reportada en informes de años previos, estas enfermedades se han mantenido ininterrumpidamente como la primera y segunda causas de mayor costo médico para el Instituto durante los últimos 15 años.
Las complicaciones de la diabetes registran un impacto significativo en las finanzas institucionales, por la alta demanda de recursos humanos, económicos y de capacidad instalada que su tratamiento requiere. En el caso de la diabetes mellitus, un paciente con complicaciones tiene en promedio un costo 58% mayor a un paciente sin complicaciones, 15 mil 580 contra 9 mil 845 pesos respectivamente.
Los 41 mil 386 millones de pesos utilizados en atención médica para diabetes mellitus, corresponden a la mayor cantidad registrada para las 6 enfermedades crónico-degenerativas de alto impacto en el IMSS.
El costo de la enfermedad:
Asimismo, las complicaciones de la diabetes impactan significativamente el presupuesto del sistema nacional de salud. En el tratamiento de la retinopatía diabética se gastan 39 mil 000 pesos anuales por paciente.
En hemodiálisis se gastan 722 mil 748 pesos por paciente al año; en trasplante de riñón el gasto es de 299 mil 881 pesos por paciente al año; para el tratamiento de la neuropatía diabética se gastan 56 mil pesos anuales por paciente. En la atención a enfermedad cardiovascular causada por la diabetes, se gastan 321 mil pesos por paciente al año y en amputaciones de extremidades inferiores, el gasto anual por paciente es de 315 mil pesos.