Hirving Lozano afirma sentirse mejor jugador que en 2018, cuando brilló en Rusia.
Es el hombre diferente de la Selección Mexicana, en el que se cifran las esperanzas de Gerardo Martino.
Este día arranca la Copa del Mundo, en la que Hirving Lozano cumplirá el rol de figura para el Tricolor... Y no le asusta el reto.
Risueño como siempre, el Chucky recuerda su gol contra Alemania en el primer partido del equipo nacional en Rusia 2018.
Es un instante clásico de los verdes, pero el chico del Nápoli espera protagonizar otros en Medio Oriente, porque “me siento en mejor momento que en Rusia. Me siento superior en nivel de futbol. Ojalá que todo eso sirva para ayudar a México”.
¿Lozano tiene la gran oportunidad de ser el nuevo ídolo de la Selección Nacional?
“Eso lo manejan ustedes [prensa]. Yo estoy concentrado en dar el mejor partido posible y llegar bien físicamente para el bien del equipo”, atina a decir.
De lo que sí está seguro es de que quiere otro de esos goles que pasan a la historia.
“Uno trata siempre de ayudar al equipo, moverte, hacer lo que más se pueda”, relata. “A veces, eso no es bueno; a veces, sí”.
Pero tiene libertad, la que le ha dado el Tata: “Él me dice siempre que haga lo que sé hacer, lo que sienta, pero que me entregue al máximo, porque de esta manera los goles llegarán”.
Sin olvidar que los defensas rivales van a ir por él.
“Estoy preparado para eso, y para todo. Sé el jugador que soy y estoy preparado para eso, estoy consciente de todo lo que puede pasar... Estoy listo”, sentencia, y vuelve a sonreír.