Estar quemado no es lo mismo que estar cansado.
Todos sufrimos altibajos en nuestra salud mental. Una temporada de demasiado trabajo, una ruptura sentimental, una enfermedad seria, pueden impactar en tu equilibrio psicológico. Puede que no haya ocurrido nada especialmente negativo, pero que lleves mucho tiempo sometido a altos niveles de estrés. Se va entrando en un estado de ansiedad, cansancio e irritabilidad permanente. Sientes que no es lo mismo y que algo está pasando. No estás cansado, estás quemado.
¿Cómo distinguir cansancio de burnout?:
Según una psicóloga dice "estás quemado cuando el estrés se vuelve crónico y afecta negativamente a otras áreas de tu vida". Entonces no hablamos de cansancio sino de burntout.
¿Cuáles son los síntomas?:
- Agotamiento crónico.
- inquietud.
- problemas para dormir.
- descuido personal.
- angustia emocional.
"Eliminar todo el estrés de tu vida no siempre es posible, pero, cuando te sientas totalmente quemado y agotado, es hora de priorizar tu recuperación reduciendo al máximo todos los factores estresantes que puedas. Además, hay que volver la mirada hacia los 5 pilares de tu salud mental: nutrición, sueño, rutina, ejercicio y relaciones sociales. ¿Por qué? porque son las cinco cosas que primero descuidamos cuando estamos quemados", explica la psicóloga.
Puedes hacerte cada día estas cuatro preguntas:
- ¿A qué voy a decir hoy que no?
- ¿Qué voy a hacer hoy para sentirme mejor
- ¿Con quién voy a quedar hoy para desconectar?
- ¿Cómo voy a cuidarme hoy?