Manifestantes al grito de 'México, despierta', y con pancartas en mano protestaron en todo el país.
Miles de personas marcharon el domingo por las calles de Ciudad de México, y otro puñado de ciudades del país, para protestar contra la reforma electoral del presidente Andrés Manuel López Obrador. Los cambios constitucionales impulsados por Morena, una de las apuestas clave del gobierno, han concentrado por primera vez y de forma clara a los sectores opositores en lo que va de sexenio.
Organizaciones civiles y partidos han salido a la calle bajo el lema de “el INE no se toca”, en referencia a la iniciativa presidencial que busca una revisión fondo del regulador electoral, así como del reparto de presupuestos para los partidos políticos. La marcha, que transcurrió sin altercados por las calles del centro de la capital, concluyó en el Monumento de la Revolución con un comunicado del expresidente del Instituto Federal Electoral (IFE), José Woldenberg. “Nuestro futuro no puede ser resultado de la seducción de un pasado que fue desterrado. No a la destrucción del INE, no a la destrucción de los institutos locales, no al autoritarismo”, proclamó el académico desde un escenario improvisado en la céntrica plaza mexicana.
Críticas a la reforma. La elección como portavoz de Woldenberg, expresidente del órgano antecesor del INE y con una larga trayectoria en la izquierda liberal, también alimentó la polarización en torno a la marcha. López Obrador lo señaló como “maestro político de Lorenzo Córdova y de todo ese grupo”. Las críticas a la reforma, que está siendo ya debatida en comisiones en la cámara de diputados, se concentran en alertar de los supuestos peligros del nuevo mapa electoral para la alternancia en el poder. La cita de este domingo ha sido la más multitudinaria entre las protestas de la oposición en lo que va del sexenio.
Grupos. Durante los primeros dos años, algunos grupos ultracatólicos protagonizaron concentraciones en la capital que no lograron sumar fuerzas con otros grupos. La aplastante victoria de López Obrador en 2018 dejó a los partidos opositores en la lona, divididos y sin liderazgo claros. Las elecciones parlamentarias del año pasado inauguraron un inédita alianza de todos contra Morena.
Coalición. La coalición de PAN, PRI y PRD vive, sin embargo, horas bajas, tras el acercamiento de la cúpula priista al partido en el poder. Los tres partidos están inmersos en negociaciones con Morena de cara a la reforma electoral, una vía inédita no explorada durante la grandes reformas del sexenio.
51 organizaciones. Entre las 51 organizaciones que respaldaron la movilización están algunas ligadas al PAN y al PRI. La protesta también ha recibido un espaldarazo por parte de los expresidentes Vicente Fox y Felipe Calderón. Algunos de los grupos tienen su origen en organizaciones de corte conservador. La talla de los convocantes —entre ellos los empresarios Claudio X. González y Gustavo de Hoyo Walther— ha acrecentado la polarización sobre el tema, simplificando el argumento y dividiendo a la opinión pública. El exconsejero presidente del IFE, Woldenberg, llamó a los mexicanos a decir "no a la destrucción del INE" y no a alinear a los órganos a voluntad del gobierno.