El agua se encuentra en las formas mínimas, pero eso no deja de lado el turismo, pues su gran vista termina por enamorar.
Girona.- Una ciudad pequeña, pero no por eso alejada de la belleza. Girona muestra su estilo rodeado de agua con cuatro ríos que se juntan en una sola entidad.
Los ríos Ter, Güell, Galligans y Oñar se reúnen en una de las zonas que más puentes tiene en toda Catalunya. Es por eso que la tranquilidad del agua hace a Gerona, como lo conocen los locales, la ciudad con una de las mejores vistas.
El otoño ha pegado de la mejor forma en la ciudad. La vida es tranquila y se puede observar a niños en excursiones o a jóvenes disfrutando de un clima templado, que se disfruta con una lectura atemporal o las noticias que se pueden leer en los diarios locales.
El Puente Rojo, conocido como el de los pescadores, era la clave en los viejos tiempos de la ciudad. Se trataba del mayor surtidor de alimento para los residentes. Ahora, el agua se encuentra en las formas mínimas, pero eso no deja de lado el turismo, pues su gran vista termina por enamorar.