Se sabe que los alimentos altamente procesados como la comida rápida, cereales azucarados y donas son dañinos para la salud, pero un nuevo estudio los ha catalogado tan peligrosos como los cigarrillos.
Investigadoras de la Universidad de Michigan apuntan que esta comida procesada cumple con los criterios oficiales que establecieron a los cigarros como drogas a inicios de la década de 1990.
Los criterios considerados en la reciente investigación incluyen la ingesta compulsiva, alteración del estado de ánimo en el cerebro y propiedades que refuerzan la adicción y el consumo constante a pesar de no existir hambre o la necesidad de ingerirlos.