El actor se encuentra rodando en Durango un western que dirige y protagoniza él mismo.
Fanático del futbol y capaz de adaptar sus horarios de trabajo alrededor de los partidos de su equipo, San Lorenzo de Almagro, el actor Viggo Mortensen se perderá la próxima Copa del Mundo por filmar en México.
El actor, héroe en la trilogía de El señor de los anillos, ha comenzado en Durango el rodaje de su nueva película como director, un western ubicado en el siglo XIX, el cual además protagoniza.
The dead don’t hurt es coproducción con la compañía mexicana Talipot Studio, dirigida por Regina Solórzano, cuya más reciente cinta, Los reyes del mundo, fue premiada en San Sebastián.
“Ya hemos hablado con él, no habrá Mundial (inicia el 20 de noviembre), vamos a trabajar”, dijo bromista Paula Astorga, productora ejecutiva de la cinta. “Quizá vea algo en las madrugadas, pero por lo pronto el futbol está vetado, la concentración está alta”.
La sinopsis oficial de The dead don’t hurt marca a una mujer independiente (Vicky Krieps, El hilo fantasma), quien entabla una relación con un inmigrante danés (Mortensen), durante la segunda mitad del siglo XIX.
Danny Huston, actor en X-Men orígenes: Wolverine y El aviador, se suma al elenco que estará en rodaje por siete semanas en tierras nacionales, con dos previas ya hechas en Canadá.
“Esta es la segunda película de Viggo como director (Falling, 2020) y ese nos encantó, entendimos que tiene una importante visión, es una persona con el cine muy adentro y es una maravilla, un tipo con una cultura increíble, comprometido con lo que está haciendo”, subraya Astorga.
Jeremy Thomas, cuya filmografía consta de más de 70 proyectos, también forma parte de la producción.
Astorga presentó recientemente en el festival de Morelia Trigal, cinta que se presentó en la sección oficial mexicana de competencia, protagonizada por Emilia Berjón, hija de la actriz Arcelia Ramírez.
En la ópera prima de Anabel Caso, Emilia lleva el personaje de una adolescente citadina que llega a un rancho, donde se encuentra con su prima (Abril Michel) y ambas se enamoran de un hombre mayor (Alberto Guerra).
Se filmó cuando iniciaba la pandemia de Covid-19, por lo que el trabajo paró por cuatro meses y luego se reinició en cuanto se pudo, pues las estelares, adolescentes, estaban en la etapa donde crecen rápidamente.