El Tri de Martino goleó por 4-0 a Irak y rescató una tregua mediática con una de sus mejores exhibiciones.
Irak resultó ser el sparring perfecto, pero en lo futbolístico o lo estratégico. México mantuvo inmaculado el color perla de su uniforme y rescató una tregua mediática con una de sus mejores exhibiciones ante el peor de sus patiños. El marcador, ese 4-0, avergüenza más al ganador que al perdedor y es un patético desbalance ante la sustancial diferencia en la cancha.
Muy superior desde la primera maroma del balón. Al minuto tres, Jesús Gallardo con total libertad, hasta levanta la vista para citarse con Alexis Vega en el área. Barriéndose y de botepronto firma su quinto con el Tri.
Siguió la cuenta. El 2-0 llega al minuto tres del segundo tiempo. Esta vez por derecha, con Uriel Antuna comenzando su día de campo, y en el remate aparece Funes Mori.
Jesús Gallardo. En una noche sin presiones, sin adversario que le provoque estertores por profundidad, corona su noche de festín con el 3-0, con un seco remate a botepronto, a un balón casi huérfano de atención en el área.
¿Y después? Más modorra de México, y una desesperada resistencia de Irak. Nada más. Hasta que al minuto 91 llega un regalito al Tri, un penalti que no desperdicia Antuna. 4-0. La selección Mexicana cerrará su preparación rumbo a Qatar 2022 el próximo miércoles 916 de noviembre ante Suecia, de nuevo en el Estadio Montivili. Lucrar con el autoengaño. Cierto, también tratar de encontrar un pivote de salida.