Según un estudio, dejar el tabaco a una edad temprana puede suponer una recuperación de sus efectos nocivos
Dejar de fumar es una de las acciones que suponen más beneficios para la salud, se trata de un proceso largo y difícil, pero que se puede lograr si se tienen en cuenta los beneficios que esto supone. Asimismo, para dejar este hábito es muy importante tener claras las consecuencias del tabaco. un nuevo estudio realizado por la Sociedad Americana de Cáncer, señala que los fumadores que abandonan el tabaco pronto tienen un riesgo de muerte similar al de un no fumador.
En este estudio, se recogió la información de más de medio millón de personas en EE. UU., desde el año 1997 hasta el 2018, y entre personas de 25 a 84 años. se llegó a la conclusión de que las personas que dejan de fumar antes de los 35 años tienen un riesgo de mortalidad similar al de las personas que no han fumado nunca. aunque siempre se obtienen beneficios al dejar esta práctica, los ex fumadores ya tienen desventajas frente a los que nunca han fumado.
La investigación indica que dejar de fumar antes de los 45 es asociado con una reducción de este riesgo en un 90%, aproximadamente, y de un 66% en caso de que se deje antes de los 64. Los problemas que se reducirían son, según este estudio, las muertes por cáncer, por problemas cardiovasculares y por enfermedades respiratorias.
Aunque la edad mencionada anteriormente es la máxima recomendada a la que se debería dejar este hábito, nunca es tarde para hacerlo. tras un año de dejar esta adicción el riesgo de enfermedad cardíaca es la mitad que el de alguien que siga fumando, a los 5 años el riesgo de padecer cáncer de boca, garganta, esófago y vejiga disminuye a la mitad y el de cáncer cervical se reduce al mismo nivel de una persona no fumadora. Tras 2-5 años de dejarlo, el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular puede reducirse al mismo nivel de una persona que no fuma. A los 10 años de dejarlo los riesgos de morir por cáncer de pulmón son cerca de la mitad de aquellas personas que aún fuman y, a los 15, el riesgo de enfermedad cardíaca coronaria es el mismo de una persona que no fuma.
Estos consejos sirven para dejar de fumar:
- Probar una terapia de reemplazo de nicotina: Algunas opciones son un atomizador nasal o inhalador con nicotina bajo receta médica, parches, chicles y pastillas de nicotina o medicamentos sin nicotina con receta médica, como el bupropión y la vareniclina.
- Evitar los factores desencadenantes: como las fiestas, los bares o momentos de estrés.
- Retrasar el deseo: Si se tiene el antojo de fumar, hay que esperar 10 minutos y hacer algo para distraerse.
- Masticar algo como: chicle sin azúcar o comer zanahorias crudas, frutos secos o semillas de girasol.
- No fumar “solo uno”.
- Realizar actividad física.
- Probar técnicas de relajación como: la respiración profunda, yoga, visualización, masajes o escuchar música.
- Pedir refuerzos: Hablar con un familiar, amigo o miembro de un grupo de apoyo puede ayudar a resistir mejor el antojo de fumar.
- Buscar ayuda en internet.
- Recordar los beneficios de dejar de fumar.