Steven Spielberg lleva al cine su niñez y su amor por el arte

En la película The Fabelmans, el director retrata el entorno familiar en el que creció y lo que inspiró su carrera como realizador.

Hollywood, California.— Steven Spielberg ha retratado con su lente los más maravillosos viajes al lado de extraterrestres, dinosaurios o despertando el terror con Tiburón, pero ahora, a punto de cumplir 76 años, dice que lo que más desea es centrarse en su propia historia, la de su familia.

The Fabelmans es la nueva película del director estadounidense en la que, a través del personaje de Sammy Fabelman, plasma su infancia y adolescencia en una carta de amor coescrita con su colega y amigo, Tony Kushner, nominado al Oscar por las adaptaciones de Lincoln y Amor sin barreras.

El filme retrata los inicios de Steven como director a través de la piel de Gabriel LaBelle, teniendo como telón de fondo el drama familiar con el que creció el realizador, cuya madre, Leah Posner, se divorció de su padre Arnold, un veterano de guerra, cuando Steven atravesaba la pubertad.

“Tony me dijo que sería buena idea contar una historia basada en gente de verdad y momentos importantes alrededor de mi vida. Espero que cualquier persona que haya crecido en una familia complicada (que en realidad no existe familia que no sea complicada), pueda sentir que hay algo de ellos en esta historia”, dijo Spielberg frente a un Teatro Chino lleno, que lo recibió de pie durante la presentación del filme.

Michelle Williams, quien interpreta a Mitzi, una talentosa pianista y personaje basado en la madre de Spielberg, se dijo afortunada de tener la oportunidad de conocer al realizador de La lista de Schindler más allá de su faceta en el cine.

“Fue más que un sueño hecho realidad. Steven no es sólo un director legendario, sino que es un ser humano muy especial, me hace sentir bendecida conocer sus dos facetas”, compartió la actriz cuatro veces nominada al Oscar a EL UNIVERSAL, a su paso por la alfombra roja.

A través de la familia ficticia de Los Fabelman, Spielberg y Kushner narran varias anécdotas acerca de cómo Spielberg se enamoró del cine, producto de la sensibilidad artística de su madre Leah Posner y su padre Arnold Spielberg, quien también fue un ingeniero inventor.

Paul Dano (Pequeña Miss Sunshine y Petroleo sangriento), quien interpreta a Burt Fabelman, personaje basado en Arnold, explicó que, a través de su actuación, trató de reunir lo más que pudo la esencia y espíritu del padre de Spielberg, por lo que tuvo largas pláticas con su director para documentarse.

“Spielberg y yo platicamos mucho. Se sentó a proyectarme sus películas que hizo de niño y adolescente. También la vida de su papá Arnold está registrada en sus tiempos de la Segunda Guerra Mundial (que sirvió como un innovador operador de radio), así como sus aportaciones para el desarrollo de la computación en los años 50 para General Electric”, explicó Dano.

El actor Seth Rogen fue invitado por Spielberg a ser el tío Bennie Loewy, quien convivió en los años definitorios de la familia Spielberg.

“Fue una experiencia muy surrealista, me sentí honrado en ser parte del viaje cinematográfico de Spielberg. Te confieso que aproveché todo el tiempo para hacerle preguntas de mis películas favoritas como Tiburón y Rescatando al soldado Ryan“, explicó el actor canadiense, quien se ha destacado también como comediante y director.

“Lo que me fascinó de Steven fue ver lo generoso que es y cómo el cine jamás ha sido un pasatiempo para él, sino que es parte de él y lo ayudó a su crecimiento como ser humano”, agregó.

Reunión familiar

Bajo la pantalla IMAX del Teatro Chino, donde se llevó a cabo la premier del filme, el presidente del American Film Institute (AFI), Bob Gazzale, agradeció la presencia de Spielberg, quien fue recibido con una ovación de pie.

Estuvo acompañado por sus actores Michelle Williams, Paul Dano, Seth Rogen, el niño Mateo Zoryon Francis-DeFord y Gabriel LaBelle, además de sus tres hermanas Sue, Anne y Nancy Spielberg, a quienes hizo pasar al escenario, tornando la noche en una fiesta familiar.

Spielberg aprovechó para agradecer al compositor John Williams, de 90 años, a quien aplaudió por ser su más importante colaborador, mentor y corazón de sus filmes por más de cinco décadas.

Acompañado por su esposa, Kate Capshaw y sus hermanas, el director plasmó sus manos y huellas de zapatos en el cemento a la entrada del Teatro Chino, para celebrar su carrera.

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