Es inadecuado pasar por la vida sin dañar a las personas que se aman, ocasionalmente hay que hacer esto por el bien de las personas.
Podemos, dañar a otra persona cuando necesitamos hacer lo que es correcto para nosotros, como dejar una relación.
Muchos nos sentimos mal por hacer daño a otros y podríamos quedarnos en situaciones que nos son perjudiciales demasiado tiempo por temor a lastimar a nuestros seres queridos.
Algunas personas pasan por la vida haciendo mucho daño a otras, como a sus parejas románticas e incluso a sus propios hijos. Se Puede caer bajo la etiqueta de tipos de personalidad narcisistas o limítrofes.
Pero ¿por qué hay gente se comporta de esta manera?:
Falta de empatía: Existen personas que tienen poca empatía por los demás. existen serias dificultades para "ponerse en los zapatos de otra persona" y no pueden ver sus puntos de vista. En la realidad no son conscientes del daño que causan a otras personas.
Autodesprecio: Hay personas que no se agradan ni a sí mismas, por lo que es probable que proyecten esta aversión hacia los demás. En particular, si este desprecio por sí mismos se debe a un comportamiento abusivo que han experimentado en el pasado, se involucrarán en comportamientos hirientes hacia las personas que aman, replicando sus propias experiencias vividas.Podrían estar impulsados por el deseo de lastimar a otros de la misma manera que ellas han sido lastimadas, causando dolor de la misma manera que lo han experimentado.
Baja autoestima: Cuando las personas se valoran poco a sí mismas, que es esencialmente lo que es la baja autoestima, es posible que no se den cuenta de lo hirientes que son sus acciones para otras personas.
Dañan deliberadamente: Normalmente, las personas lastiman a otros sin querer, pero en ocasiones, hay personas que se proponen deliberadamente lastimar a otros. Si una persona te critica, insulta o menosprecia tus logros, Hacer daño a otros puede ser parte de una estrategia para debilitar.
Disfrutan infligir dolor a los demás: Algunas personas disfrutan el proceso de lastimar a otras personas. Esto suele deberse a una infancia profundamente perturbada y potencialmente abusiva.
Infligir dolor: puede ser una distracción de su propio dolor, una forma de "desquitarse" por las cosas que les han sucedido y una forma de sentir algo profundamente de una manera que tenga sentido para ellos, dadas sus experiencias pasadas. Atado a ganar el control y debilitar, infligir daño puede parecer una experiencia embriagadora.