La alimentación de los más pequeños es esencial para su crecimiento.
Aunque gran parte del día pueden permanecer en la escuela, qué ingieren es un punto clave en su desarrollo. Ya sea en el armado de las viandas o, bien, en la planificación de la comida de la familia, el ingenio no es el único recurso al cual podemos acudir, ya que el gran desafío de los padres es cómo inculcar nuevos hábitos y lograr que elijan menos alimentos procesados o con alto nivel de grasas o azúcares.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el exceso de peso afecta al 13,6% de los niños hasta 5 años. Esto significa que, a nivel global, más de 42 millones de chicos tienen sobrepeso u obesidad.
Durante los últimos dos años, los hábitos de los niños se vieron afectados primero por la cuarentena, el encierro, el no sociabilizar con amigos y luego siguieron las vacaciones, que obviamente tuvieron un impacto en la alimentación, especialmente en los más pequeños. Para organizar una alimentación más saludable y sustentable es primordial garantizar entornos saludables.
Uno de los puntos recomendados por los expertos es importante hacerlos sentir el poder de elegir. Esto minimiza el riesgo de rechazo por completo y ayuda a sentir que tienen el control de lo que comen, Asimismo, Hacer cambios en formar gradual. Es importante servirles la comida que les gusta y de a poquito ir incorporando nuevos ingredientes, en porciones chicas.
Algunos de los alimentos que pueden llevar los chicos a la escuela son:
- Frutas.
- Yogurt.
- sándwich de pan integral.
- Galletas.
- Porciones de budín o muffins (de preferencia en elaboración casera, esto permite disminuir el contenido de azúcar y sodio).
- Agua (para evitar los jugos envasados).
Iniciando los hábitos saludables:
- Frutera a la vista de los niños.
- Mantener chucherías alejados del alcance y vista.
- Prepara jugos con frutas naturales.
- Cocinar con ellos es bueno así descubren sabores y texturas.
- Resignificar la cocina para acercarlos a una alimentación saludable.
- Cuando hablamos de hábitos saludables no se deben olvidar que dentro de estos aparecen como horas de sueño, la actividad física regular, el uso y calidad de pantallas, las emociones, la regulación emocional, el promover vida activa en familia para poder tener infancias más seguras y sustentables.
- Una mesa familiar en donde predominen los alimentos saludables.