Edson Álvarez vio en el futbol la forma de alejarse de las tentaciones propias de una zona peligrosa, y hoy cosecha los frutos de su dedicación y esfuerzo
Según los informes que presenta el gobierno del Estado de México, uno de los municipios más peligrosos que hay es el de Tlalnepantla de Baz, donde hay una percepción de inseguridad del 80 por ciento.
Para evitar que el ambiente enrarecido pudiera afectar a las familias y jóvenes que viven por esos lares, hay que ser muy “Machín”.
Edson Álvarez, hoy volante del Ajax de Ámsterdam y pieza fundamental en la Selección Mexicana, vio en el futbol una manera de alejarse de todo lo que podía perjudicarlo de aquella zona, sin importar que diariamente tuviera que recorrer casi 50 kilómetros desde Tlalnepantla hasta Coapa; al final, cuando entraba a las instalaciones del América sólo existían dos cosas: el balón y él.
Con base en esfuerzo, de amar lo que se desea, Edson comenzó a ganar la atención de los principales entrenadores del América, hasta que en 2016, de la mano de Ricardo La Volpe, debutó en Primera División.
Llegó la consagración. De cara al Mundial de Rusia fue pieza clave para que el América ganara el título de Liga, con dos goles suyos y apenas a los 21 años de edad, ya jugaba en la Copa del Mundo de 2018.
Con el Mundial vinieron más satisfacciones, Europa lo abrazó y lo hicieron abandonar la casa, Tlalnepantla para vivir en Ámsterdam.
Muchas cosas han cambiado en la carrera, en la vida de Edson Álvarez, pero hay algo que nunca olvida. Cuando regresa a México, se da tiempo para ir al barrio, a Tlalnepantla de Baz y reunirse en la esquina con los amigos, con esos que comenzaron a soñar con él.