Carlos Martens Bilongo expresó por su parte su "tristeza". "Es vergonzoso que se me haya reducido a mi color de piel hoy"
París.- Un diputado de extrema derecha sembró este jueves la confusión en la Asamblea Nacional francesa, acusado de proferir declaraciones racistas sobre un legislador negro de izquierdas, en un contexto de tensión sobre la política migratoria del gobierno.
Durante la sesión de control al gobierno en la cámara baja, el ultraderechista Grégoire de Fournas habría gritado "que vuelvan a África" o "que vuelva a África" al diputado Carlos Martens Bilongo cuando este preguntaba sobre la llegada de migrantes.
La fonética francesa vuelve difícil saber si De Fournas se refería a los migrantes o al diputado de origen congoleño. Sus palabras provocaron que la presidenta de la Asamblea Nacional, Yaël Braun-Pivet, suspendiera la sesión.
El grupo Agrupación Nacional (RN, ultraderecha) asegura que su diputado se refería al "barco" de migrantes mencionado en la pregunta y "en ningún caso" a Martens Bilongo, tesis que defiende en cambio La Francia Insumisa (LFI, izquierda radical)."Estamos ante una manipulación de LFI que busca desnaturalizar mis declaraciones para hacerme decir cosas desagradables sobre un compañero diputado francés, que tiene la misma legitimidad que yo en estas bancadas", aseguró De Fournas.
Carlos Martens Bilongo expresó por su parte su "tristeza". "Es vergonzoso que se me haya reducido a mi color de piel hoy", agregó el diputado izquierdista, defendiendo la tesis que la frase apuntaba a él."El racismo no tiene cabida en nuestra democracia", aseguró la primera ministra centrista, Élisabeth Borne, indicando que corresponde a la Asamblea Nacional "adoptar sanciones" contra el diputado.
La más alta instancia colegial de la cámara baja tiene previsto reunirse el viernes a las 14H30. LFI ya anunció que pedirá la mayor sanción contra el parlamentario ultraderechista: su "expulsión durante varios meses".
El incidente llega cuando el gobierno del presidente centrista, Emmanuel Macron, anunció una serie de medidas contra la inmigración irregular, entre acusaciones de la derecha y ultraderecha, de no hacer lo suficiente para expulsar a los migrantes a los que se les deniega el permiso de residencia.
El gobierno defendió así este jueves sus ideas de crear un permiso de residencia para atraer trabajadores extranjeros a los empleos con falta de mano de obra y de incluir a las personas en situación irregular con una orden de expulsión en la lista policial de personas buscadas.