Sí como en la vida, en el deporte el camino rara vez es lineal.
Quizás no haya en el presente un equipo que ilustre mejor esta afirmación que Las Vegas Raiders.
Después de todo, su temporada 2021 fue una de las más tumultuosas de la historia de la NFL.
Los fanáticos de los Raiders posiblemente pensaron que nada podía ser peor que el drama que vivieron con Antonio Brown en el 2019, pero nada se compararía con lo vivido el año pasado.
Para aquellos que no lo recuerdan, les doy una pequeña recopilación:
En octubre, se filtraron unos emails que su entonces entrenador en jefe Jon Gruden había enviado en 2011, que contenían múltiples comentarios homofóbicos y misóginos, y a la postre, Gruden terminó renunciando y su nombre fue removido del Anillo de Honor de la franquicia.
En noviembre, la ex selección de primera ronda Henry Ruggs, estaba manejando bajo la influencia de substancias prohibidas a 156 millas por hora, cuando chocó y mató a Tina Tintor, de 23 años y a su perro.
Ese mismo mes, otra ex selección de primera ronda, Damon Arnette, fue cortado tras que surgiera un video de él con armas haciendo amenazas de muerte.
En diciembre, falleció un verdadero ícono de la franquicia, John Madden.
En enero, el entonces novato esquinero Nate Hobbs es arrestado por conducir bajo la influencia del alcohol; Hobbs jugó igual en la semana 18 ante Los Angeles Chargers. Como se podrán imaginar, fue una montaña rusa de emociones para la franquicia, pero los Raiders igual se las ingeniaron para ganar los últimos cuatro partidos de la temporada regular.