De carbón o leña produce monóxido de carbono.
En muchos hogares de Monclova principalmente de la periferia es habitual encender braseros para combatir el frío. Por esa razón, Protección Civil advierte que es peligroso ya que se pude sufrir intoxicaciones por monóxido de carbono o cuadros respiratorios que pueden hasta causar la muerte.
Julio Ríos comandante de Bomberos, informó que lo ideal es evitarlo directamente, pero, en caso de no soportar el frío, se recomienda colocar el brasero en un rincón de la casa y por un tiempo no prolongado.
“La quema de carbón o leña produce monóxido de carbono, que es un gas tóxico que puede producir un fallo cardiovascular y provocar la muerte de la persona” dijo el comandante de Bomberos. Afirmando que no es una opción quedarse dormido en un ambiente donde haya un brasero encendido y para apagar la fogata se debe recurrir al agua, ya que al quedarse dormido se corre riesgo de una intoxicación que inicia primero con un dolor de cabeza, mareos, náuseas gamito y al final estado de inconsciencia y posteriormente la muerte.
Agregó que Protección Civil considera el brasero como un artefacto peligroso como método de calefacción, ya que además hay un riesgo de ocasionar un incendio con el mismo al dejarlo encendido sin supervisión.
Las autoridades municipales y rescatistas de Monclova lo llaman “el asesino silencioso”, y no es casual ya que el monóxido de carbono (CO) es un gas, un poco más liviano que el aire, que no tiene olor ni gusto.
Tampoco provoca irritación y es altamente tóxico, tanto que si las personas se exponen a éste puede ser letal.
Los braseros eran una habitual y reconfortante fuente de calor que ha ido perdiendo su vigencia. Sin embargo, no hay invierno en el que no se tenga que lamentar alguna desgracia asociada a su mala combustión o a que han provocado un incendio. Estos incidentes suelen producirse en zonas rurales y en hogares en los que viven personas mayores que, generalmente, no disponen de otro medio de calefacción.