El excomisionado del Servicio de Protección Federal dijo que esta propuesta ya se le hizo llegar a algunos de los grupos de la delincuencia organizada y señaló que ya recibió respuesta de dos.
Senadores y líderes de oposición calificaron de sumamente grave y una claudicación del Gobierno de la 4T frente al crimen, las declaraciones del excomisionado del Servicio de Protección Federal (SPF), Manuel Espino, en el sentido de que el gobierno federal dialogue con los grupos criminales y que incluso le informó al secretario de Gobernación que esta propuesta ya se hizo llegar a algunos de los grupos del crimen organizado y que ya recibió respuesta de dos por lo que es evidente que quieren institucionalizar la “paz narca”.
El senador por Movimiento Ciudadano, Juan Manuel Zepeda, lamentó que esa sea la estrategia que se está analizando por parte del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador porque “es sumamente grave porque con los delincuentes no se puede pactar”.
En entrevista con EL UNIVERSAL, dijo que más aún si se está perfilando como una estrategia para acabar con la inseguridad y la violencia porque no estás quitando de raíz a los generadores de violencia.
“Si pactas con el crimen organizado estás reconociendo a poderes fácticos. A esos hay que combatirlos, hay que aplicarles la ley por lo que es sumamente grave la declaración hecha por Manuel Espino”.
Consideró que esta nueva propuesta es parte de la estrategia fallida en materia de seguridad y también se evidencia con esta declaración que la 4T prefiere pactar con el crimen organizado a cumplir con su responsabilidad constitucional de atacarlos combatirlos y meterlos a la cárcel a todos aquellos que delinquen.
La secretaria general del PRD, Adriana Diaz Contreras, dijo es evidente con estas declaraciones de Espino y como la forma en que Morena y la 4T han pactado con los cárteles en varios estados donde se han realizado elecciones, que buscan “institucionalizar la paz narca”.
Indicó que es lamentable y muy grave que la nueva mafia en el poder este más interesada en pactar con el crimen organizado, abrazarlos, lograr apoyo de los cárteles para ganar elecciones como en Michoacán y Tamaulipas, dejando a los ciudadanos a expensas de la violencia, de los crímenes.
“Queda muy claro que este pacto entre el gobierno de López Obrador y el crimen ya existe y aunque el Presidente quiera deslindarse, la revelación de Espino y los resultados electorales apoyados por el narcotráfico, desmienten el discurso oficial”, agregó.
Kenia López, vicecoordinadora del PAN en el Senado, dijo que las declaraciones de Espino son delicadas, muy grave porque se trata de un personaje muy activo en Morena, muy cercano al presidente López Obrador y que incluso se reunieron un día antes de reveló estos pactos, pero en todo caso es parte, por más que quieran decir que no hay tal, de la política de abrazar y pactar con criminales.
Expuso que esta postura y estos encuentros de Espino con cárteles, con delincuentes, forma parte de la lastimosa política de la 4T de abrazar, de apapachar al crimen y dejar en la indefensión y hasta burlarse de las víctimas, en lugar de perseguir y enjuiciar a los criminales.
“Este pacto con el crimen como lo recomendó Manuel Espino es una es una afrenta a los mexicanos” y dijo que es evidente que por la cercanía con el Presidente es obvio que no es una política de mutuo propio, sino parte de la estrategia fallida donde el gobierno federal está claudicando a aplicar la ley y busca pactar con el crimen, como ya se denunciado que lo hizo Morena en varios estados donde hubo elecciones, apuntó.
Gina Andrea Cruz Blackledge, senadora del PAN, dijo que son lamentables las declaraciones de Espino porque el Estado no debe, bajo ninguna circunstancia, pactar con grupos criminales. “Esto significaría doblegar al aparato estatal ante grupos que generan inestabilidad y violencia, y esto es inadmisible”.
Subrayó que ante los grupos criminales debe hacerse uso de toda la fuerza de las instituciones para recuperar territorios de sus manos, impedir el cobro de piso y devolver la paz a las comunidades. “La supuesta paz que se daría al pactar con el crimen, además de una renuncia lamentable del Estado en su función de garantizar la seguridad permitiría que los criminales se sigan adueñando del país y vulnerando nuestra seguridad y nuestra paz. Un Estado que pacta con el crimen demuestra a la vez debilidad e impotencia”.