Estimaciones de Forbes y el banco de inversión Cowen, señalan que Kanye fue uno de los socios más lucrativos para la marca desde 2013
Se creía intocable, pero el karma tocó a su puerta. Luego de sus arrebatos racistas en redes sociales y de los constantes ataques y amenazas a las comunidades judías, la multimillonaria asociación de Kanye West con Adidas llegó a su fin llevándose consigo gran parte de su fortuna.
“Puedo decir cosas antisemitas, y Adidas no puede dejarme”, fue una de las muchas burlas que Ye lanzó para aprovecharse de sus ataques racistas y sentirse protegido con una de las marcas de moda que le ayudó a crear su imperio de $2 mil millones de dólares.
Ahora que Adidas decidió seguir los pasos de Balenciaga de cortar sus lazos con Kanye y condenar sus acciones como lo hizo Vogue y su propia agencia de talentos, la reputación del rapero resultó no ser tan incontable… ni siquiera su fortuna.
Sin Adidas, sin miles de millones
Y es que al haber terminado su contrato, el valor de Ye se redujo a $400 millones de dólares; Forbes había estimado que su valor completo de casi $2 mil millones se debía a que la marca le había ofrecido un contrato de $1.500 millones de dólares por varios años a cambio de diseñar zapatillas deportivas bajo el sello de Yeezy.
La fortuna que le queda a West incluye dinero en efectivo, bienes raíces en California y Wyoming, parte de su catálogo de música que, según él vendieron sin su autorización, y cinco por ciento de participación en la marca de moda Skims de Kim Kardashian.
Adidas dudó en terminar el multimillonario contrato con el rapero ya que por días no se pronunció al respecto sobre los ataques antisemitas, de hecho se especuló que Adidas no quería terminar con West debido a que la marca alemana tiene vínculos con los nazis; uno de sus fundadores fue, supuestamente nazi.
La presión social en Estados Unidos y en varias partes del mundo, así como los mensajes masivos de apoyo de celebridades de Hollywood, pusieron a Adidas al borde del precipicio y no tuvo otra opción que responder en contra de su socio.
Estimaciones de Forbes y el banco de inversión Cowen, señalan que Kanye fue uno de los socios más lucrativos para la marca desde 2013 hasta hace algunas semanas, cuando los comentarios racistas se salieron de control.
Adidas recibió durante casi una década cerca del ocho por ciento de las ventas totales de los productos de Yeezy. El mensaje de despedida de Adidas a Kanye se leyó así: “Adidas no tolera el antisemitismo y cualquier otro tipo de discurso de odio. Los comentarios y acciones recientes de Ye han sido inaceptables, odiosos y peligrosos, y violan los valores de diversidad e inclusión, respeto mutuo y equidad de la compañía”.
Agregó que la producción, pagos de productos y materiales, además de los envíos a su cuenta bancaria, serían detenidos al instante.
Bye, bye, Yeezy: GAP
GAP ya había terminado su relación con Kanye desde hace poco un mes, aunque la empresa todavía tenía planes de continuar con la última producción y lanzamiento de algunos productos.
Tras los comentarios racistas contra su propia raza y contra los judíos, la marca decidió despedir de forma inmediata a Yeezy y deshacerse de los diseños de sus estanterías en las tiendas de todo el mundo.
Desde 2020 West tenía una asociación con GAP de 10 años, pero él mismo la terminó en septiembre de este año ya que la empresa no cumplía con sus expectativas y, según él, se negaba a vender ciertos diseños y no le permitió abrir sus propias tiendas Yeezy.
¿Es acerca del karma?
Kanye se ha auto-saboteado en las últimas semanas debido a sus comportamientos erráticos, pero también por haber atacado a su propia comunidad afrodescendiente que ha tratado de defender la raza y sus derechos a través del movimiento Black Lives Matter por años.
Desestimó los esfuerzos de la organización y puso en duda su veracidad a través de la contracampaña White Lives Matter durante su desfile en la Semana de la Moda de París junto a la conductora de extrema derecha Candice Owens.
Continuó con las burlas y peleas en redes sociales contra su ex familia política y si siguió con y ataques contra los judíos hasta el punto que sus cuentas de redes sociales fueron bloqueadas por envíar mensajes de odio.
Las consecuencias llegaron demasiado rápido. Balenciaga rompió su millonario acuerdo, Anna Wintour y Vogue lo vetaron, fue despedido de su agencia de talentos, los abogados, incluía Camille Vasquez se negaron a ayudarlo y defenderlo de las acusaciones racistas y las ventas de sus productos, incluída su música, cayeron en picada.
¿Fue suficiente? No, no lo fue. La compañía MRC canceló los avances del documental que haría del rapero, también se le cancelaron varias presentaciones en vivo y bastante lucrativas.