El consumo energético que generan los videojuegos se puede minimizar con diferentes prácticas diarias.
Los videojuegos se han desarrollado en todos los sentidos y han encontrado soluciones para minimizar el impacto ambiental que puede generar su consumo energético, aunque aún hace falta una mejor concientización en los jugadores.
Las largas sesiones de juego pueden afectar la factura de la energía a fin de mes, pero también un uso irresponsable tiene un impacto en los mismos dispositivos, por eso es importante tener buenas practicas para cuidar todo el entorno.
Cuida los equipos. Mantener las consolas y el computador en buenas condiciones aumenta su tiempo de vida, ahorra recursos y evita daños. Por eso es importante limpiar los dispositivos regularmente, así como repararlos en lugar de tirarlos.
Recicla los dispositivos. Terminar un juego no significa que deba ser tirado al olvido o en la basura. Actualmente hay opciones para cambiarlos o venderlos en grupos de redes sociales. Pero en caso de haber presentado un daño en el disco, la caja sigue sirviendo porque es plástico y se puede reciclar como cualquier otro desecho.
Escoge un dispositivo adecuado. Además de pensar en tener las últimas configuraciones técnicas, como una tarjeta gráfica, procesador, fuente de refrigeración y demás, es fundamental tener en cuenta si realmente es necesaria tanta potencia para el tiempo de uso que se le va dar. Para toda clase de jugadores hay alternativas que se adaptan a esas condiciones, en las que si, por ejemplo, es un gamer casual una alternativa mucho más viable es un portátil, ya que se puede optar por un equipo eficiente y que entregue una buena duración de batería.
Nada de modo espera. En caso de que la empresa requiera la intervención de otra compañía para iniciar con el desarrollo de un proyecto que tenga a la Inteligencia Artificial, las empresas deben tener cuidado con estrategias como la del ‘vendor lock in’.
Tanto los computadores como los portátiles cuentan con un sistema de suspensión, que permite ahorrar tiempo al momento de volver a encenderlos, pero que es un impacto al medio ambiente o incluso a los mismos dispositivos.