Además de sus virtudes saludables científicamente comprobadas, se asocia con presuntas propiedades mágicas
El ajo no es solo uno de los vegetales comestibles más populares como condimento y alimento en la cocina, por su sabor y aroma que dan un toque especial a cada plato en el que participa como ingrediente, sino que además es una planta que posee propiedades beneficiosas para la salud.
El bulbo (cabeza) blanco, redondo y dividido en dientes (partes) de esta planta, de la familia de las liliáceas, contiene aminoácidos esenciales, vitaminas, enzimas, lípidos, minerales, micronutrientes y compuestos activos sulfurados, que le confieren propiedades antibacterianas, antisépticas, antibióticas y antioxidantes, según el equipo de expertos de Nutritienda.
El consumo de ajo en las comidas también contribuye a mejorar la presión arterial, el funcionamiento muscular y la actividad hormonal, así como a reducir el colesterol nocivo, según Noelia Suárez, portavoz de esta plataforma en línea especializada en salud y nutrición.
¿El ajo protege de envidia?
Pero además de sus virtudes saludables científicamente comprobadas, se asocia con presuntas propiedades mágicas más difíciles de certificar, forma parte de fines sobrenaturales y en el ámbito de la hechicería; por ejemplo, dicen que el ajo protege de envidia, puede ahuyentar la mala suerte y el mal de ojo o eliminar las “malas vibraciones”.“Al ajo se le atribuyen una serie de propiedades medicinales de ‘limpieza, protección y desinfección’ que han hecho que sea visto desde la antigüedad como un elemento que tiene un efecto protector”, explica Reyes Pont, cofundadora de Miistico, plataforma digital que conecta usuarios con profesionales de servicios místicos de calidad.
Desde un punto de vista místico es “el gran ‘repeledor’ que aleja las envidias y las malas energías. Antiguamente estaba colgado en la cocina, en el patio o en el alfeizar de las ventanas para poder así proteger el espacio”, puntualiza.
Pont destaca que existen numerosas leyendas alrededor del ajo, donde forma parte como un elemento de protección.
Un ritual contra la envidia
Reyes Pont describe a continuación un ritual místico con ajos para reforzar nuestra protección y alejar la envidia ajena.
“Los rituales son herramientas tangibles y conscientes para externalizar las emociones y experiencias personales. Son pequeños actos que nos ayudan a alinear nuestra psique hacia un propósito y sentir la capacidad transformadora de encaminarnos hacia a esa meta u objetivo”, explica la experta.
Elementos
- Un diente de ajo.
- Hojas secas de menta, planta con propiedades de purificación, prosperidad y éxito.
- Hojas secas de perejil, hierba que también va en relación con la purificación, el poder y la fuerza.
- Una bolsita de tela blanca.
- Un lazo o hilo rojo, un color que simboliza pasión, fuerza, vitalidad, coraje, deseo y determinación.
Pasos
- Coloca los ingredientes dentro de la bolsita y átala con el lazo o hilo rojo, mientras piensas y conectas con las distintas fuentes de energías positivas que tienes en tu vida.
- Una vez cerrada la bolsita, tómala en tus manos y realiza tres respiraciones, visualizando como una gran luz blanca limpia, pura y protectora nace de tu ombligo, y se hace cada vez más grande, hasta cubrir todo tu cuerpo y todo tu ser.
- Coloca la bolsita blanca en el lugar que quieras proteger de las energías negativas o donde quieras neutralizar la envidia.
¿Por qué a Drácula no le gustaba el ajo?
Ese aspecto esotérico no se limita a decir que el ajo protege de envidia.
“De hecho, su uso para alejar a los ‘vampiros’ se divulgó a través de la novela ‘Drácula’ de Bram Stoker, publicada en 1897”, señala Reyes Pont.
Al parecer, el personaje del vampiro más famoso de la historia, creado por Stoker, se inspiró en Vlad Tepes, un príncipe de Valaquia (antiguo principado rumano) que vivió en el siglo XV, indica.
Añade que según distintas fuentes, Tepes padecía una enfermedad llamada ‘porfiria eritropoyética’ que se caracteriza por retraer las encías, acentuar el crecimiento de los dientes incisivos y caninos, y causar fotosensibilidad y anemia, entre otros síntomas.
“Esta dolencia puede verse agravada si la persona que la padece ingiere ajo o incluso entra en contacto con el aroma de esta planta. Y de allí habría surgido la leyenda de que el ajo ahuyenta a los vampiros”, de acuerdo a Pont.
Stoker se había doctorado con matrícula de honor en Ciencias en el Trinity College de la Universidad de Cambridge (Reino Unido), según Manuel Peinado Lorca, catedrático de Ciencias de la Vida, de la Universidad de Alcalá (España).
De ese hecho Peinado deduce que el autor de Drácula “debió tomar buena nota de un dato clínico de Vlad Draculea (Vlad el Empalador), el príncipe de Valaquia y héroe nacional rumano”.
En relación con el uso de los ajos, como un recurso para ahuyentar a otras entidades “malignas”, Pont, considera que a través de diferentes corrientes religiosas, algunas figuras como la de la bruja, han sido “modificadas” y han ido adquiriendo una connotación más “negativa”, “prohibida” o “peligrosa”.
Por ejemplo, “el término ‘bruja’ significaba ‘sacerdotisa’ o ‘druidesa del conocimiento’. Eran mujeres instruidas, con grandes conocimientos de plantas, hierbas, y de sus usos medicinales”, puntualiza Pont.