Una infidelidad está relacionada con la perdida de amor y el egoísmo hacia una persona, falta de responsabilidad afectiva o la necesidad de satisfacer algún deseo inmediato. La línea de lo moral en estos casos suele ser bastante borrosa y delgada.
Varios psiquiatras afirman la existencia de un trastorno mental extraño llamado ‘Complejo de Clitemnestra’ o Síndrome de infidelidad compulsiva (SIC), por lo tanto, puede desestabilizar la salud amorosa de una relación.
Hay varios tipos de infidelidad, pero el hecho de que una persona tenga el hábito o la necesidad de ‘poner los cuernos’ a alguien, fue objeto de estudio por los expertos en la medicina psicológica.
Esta patología mental hace que una persona tenga la necesidad de cometer infidelidad ‘negativa’, hiriendo a la pareja en unión nupcial utilizando el chantaje, el maltrato y la manipulación, así mismo puede suceder a las personas que mantienen relaciones íntimas con varias personas fuera del matrimonio.
La intimidad es un mecanismo de control hacia la pareja, llevándolo a un cierto punto en el que se convierte en adicción, ya que se infringe daño psicológico en la pareja y está relacionado con el deseo de venganza.
Aseguran los expertos que es más común en mujeres casadas quienes engañan a sus maridos teniendo relaciones íntimas con otros hombres de forma repetida como objetivo asumir una posición sobre ellos y herirlos mentalmente.
Las personas que padecen esta patología suelen tener la tendencia de dinámicas chantajistas afectivos, los cuales se derivan en celos posesivos de la persona engañada, puede ser inicio de los efectos en otras personas.
Los expertos mencionan que si se tiene estas tendencias lo recomendable es poner fin a la relación en la que se encuentran, buscar ayuda psicológica con el objetivo de sanar las necesidades para poder reducir las probabilidades de encuentros violentos con la expareja.