Se desconoce si en la reunión se votará alguna de las dos resoluciones planteadas previamente: una para propiciar una intervención armada extranjera de apoyo y otra para imponer sanciones a los responsables de la violencia.
El Consejo de Seguridad de la ONU se reúne la tarde de este miércoles, de forma extraordinaria, para tratar sobre la crisis en Haití y poner freno de algún modo al deterioro de seguridad que vive el país, agravado por un brote de cólera.
La reunión, que se celebrará a las 15:00 hora local (19.00 gmt) se convocó de forma inesperada esta mañana, pese a que a esa misma hora había otra programada para tratar la guerra en Somalia, que también ha creado una catástrofe humanitaria en el país africano.
Los miembros del Consejo ya se reunieron el lunes para abordar la situación en Haití, y plantearon discutir entonces dos resoluciones distintas: una para propiciar una intervención armada extranjera de apoyo a las fuerzas haitianas para retomar el control de grandes partes del país controladas por bandas delictivas, y otra para imponer una batería de sanciones a los responsables de la violencia, incluidos los líderes de las bandas.
Se desconoce si en la sesión de este miércoles se votará alguna de las dos resoluciones, y tampoco cuál es la posibilidad real de que salgan adelante, ya que tanto Rusia como China han expresado sus dudas sobre la conveniencia y la eficacia de ambas medidas.
Haiti pide apoyo internacional
Fue el propio gobierno haitiano el que pidió el pasado 7 de octubre el apoyo de una fuerza armada internacional para desbloquear las principales carreteras y puertos del país y garantizar así el libre movimiento de agua, combustible y material médico para evitar que la situación en el país se deteriore aún más.
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Dos días después, el secretario general de la ONU, António Guterres, propuso el envío de una "fuerza de acción rápida" compuesta por militares de uno o varios países para ayudar al gobierno a recuperar el control de Puerto Príncipe de las bandas armadas y desbloquear el suministro de combustible y otros productos básicos, pero hasta el momento ningún país ha aceptado oficialmente liderar u organizar esa fuerza.