Los gatos son considerados la mejor compañía posmoderna por excelencia, ya que son elegidos por su gran independencia y su inteligencia, hay cualidades que lo hacen superar la fama de traicioneros y ariscos, por ser tiernos, juguetones y cariñosos.
Los dueños de felinos buscan comprender lo que requieren y necesitan, por ello hay que poner especial atención a su comunicación y comportamiento, esto para poder brindarles las necesidades adecuadas.
Se ha logrado descifrar a través de experiencias e investigaciones las particularidades de los gatos, la primera característica que más hay que destacar es que los gatos aparecieron primero que los perros y otros animales que llegaron para ser domesticados.
Si nos remontamos al antiguo Egipto, los gatos eran adorados, tanto así que crearon una divinidad llamada Diosa Bastet, por otra parte, cuando un gato moría los miembros de la familia se depilaban las cejas para sobrellevar el duelo que este les causaba.
Otra comportamiento destacado es la intensidad de sus maullidos, a veces suelen ser molestos, pueden cambiar el tono para conseguir lo que quieren incluso pueden imitar el llanto de un bebé, aunque por otro lado un gato adulto solo maúlla cuando quiere comunicarse con los seres humanos.
cuando hablamos de la nariz podemos decir que es una huella dactilar y que tiene 19 millones de terminaciones nerviosas, lo que lo pone en una superioridad a los seres humanos debido a que solo contamos con 5 millones, también se comparte que no tienen papilas gustativas para los alimentos dulces, el cerebro del gato tiene un presido al del humano, compartimos más similitudes con los felinos que con los caninos.
Se podría decir que los perros comparten más capacidad de aprender habilidades o trucos y poder recordarlas, pero los felinos mantienen memoria a largo plazo reteniendo más información, también solemos ver a los gatos saltando a los árboles, techos e incluso paredes en realidad está demostrado que pueden saltar una longitud superior a su cuerpo.
Un gato suele ser un “señor” que va renovando su confianza y de paso nuestro afecto, mientras que al perro lo llevamos, el gato va junto a nosotros y generalmente nos lleva, aunque aveces creamos que el felino es tonto no lo es y por lo tanto no se siente sometido ni lo intenta estar, a el solo le importa amarnos y dejarse amar.